Fiesta convertida en tragedia
Lo que debía ser una noche de música y celebración terminó en un episodio de terror. El miércoles 8 de octubre de 2025, durante el concierto de Agua Marina y Zaperoko en el Círculo Militar de Chorrillos, un grupo de desconocidos abrió fuego en pleno espectáculo.
El ataque dejó al menos un músico herido de gravedad, identificado como parte de la percusión de Agua Marina, quien recibió un impacto de bala y fue trasladado de emergencia a un hospital cercano. Testigos aseguran haber escuchado siete u ocho disparos, lo que desató la estampida de cientos de asistentes que buscaban escapar del recinto.
“La gente empezó a gritar y tirarse al piso, nadie sabía qué ocurría. Solo queríamos salir con vida”, relató una de las asistentes en redes sociales.
Caos y evacuación inmediata
El tiroteo generó una ola de pánico dentro del Círculo Militar, obligando a detener el espectáculo de inmediato. Personal de seguridad y agentes de la Policía Nacional ingresaron al local para evacuar al público y resguardar a los músicos, mientras ambulancias trasladaban a los heridos a clínicas cercanas.
La zona quedó bajo custodia policial mientras se iniciaban las diligencias de investigación. Aunque no se ha confirmado la cifra exacta de heridos, fuentes médicas señalaron que varios asistentes fueron atendidos por impactos de bala y crisis nerviosas.
Extorsión: la principal hipótesis
Las primeras indagaciones de la PNP apuntan a un posible ataque de mafias de extorsionadores, que exigen pagos ilegales para permitir la realización de conciertos y fiestas masivas en Lima. Cuando los organizadores se niegan a pagar, los criminales responden con atentados violentos, poniendo en riesgo la vida de artistas y público.
El caso de Agua Marina no sería aislado, sino parte de una ola de violencia que golpea al sector del entretenimiento en el país.
Antecedentes: Agua Marina en la mira
Los ataques contra esta agrupación no son nuevos. Entre los más recordados figuran:
- Chile, enero de 2023: antes de dos recitales en Santiago, una balacera dejó a dos guardias de seguridad heridos. Agua Marina debió interrumpir su show.
- Villa María del Triunfo, mayo de 2024: el local Tintay Internacional, donde la banda y Los Ronisch iban a presentarse, fue atacado con una granada y disparos en la fachada. El evento fue cancelado por seguridad.
Estos hechos revelan un patrón: los conciertos populares se han convertido en blancos recurrentes de la delincuencia organizada.
Lima: conciertos bajo amenaza
La capital peruana vive un escenario crítico. Los eventos masivos son constantemente hostigados por bandas que usan armas de fuego, granadas e incluso bombas caseras como método de presión. Según cifras del Ministerio del Interior, solo en 2024 se reportaron más de 150 casos de extorsión a locales de conciertos y discotecas en Lima Metropolitana.
La modalidad más común: la exigencia de un “cupo” a cambio de no atentar contra la integridad de artistas y asistentes. Una extorsión que, de no ser atendida, se paga con violencia.
Impacto en artistas y público
El ataque en Chorrillos deja en evidencia los enormes riesgos que enfrentan los artistas y sus seguidores. Para las agrupaciones, significa pérdidas económicas, daño reputacional y peligro físico. Para el público, experiencias traumáticas que marcan la diferencia entre disfrutar un concierto y luchar por sobrevivir.
En el caso de Agua Marina, referente de la música peruana con más de cuatro décadas de trayectoria, el golpe es doble: a su prestigio artístico y a la confianza de su fiel fanaticada.
Medidas urgentes
Especialistas en seguridad coinciden en que el país necesita un plan integral de protección para espectáculos. Algunas propuestas inmediatas incluyen:
- Mayor presencia policial en accesos y alrededores de locales.
- Estrictos controles de ingreso con detectores de metales.
- Protocolos de evacuación claros y coordinados.
- Investigaciones profundas para desarticular las redes de extorsionadores.
¿Podrán las autoridades garantizar que la música vuelva a ser un espacio seguro, libre de la sombra de la violencia y la extorsión?
La balacera en el Círculo Militar de Chorrillos confirma que la inseguridad ha invadido los escenarios donde miles de peruanos buscan alegría y esparcimiento. Agua Marina, ícono de la cumbia, se suma a la lista de víctimas de una violencia que no distingue entre calles, mercados o conciertos.
El desafío para el Estado es inmenso: recuperar la confianza del público y de los artistas en los espacios culturales. Porque la música debe seguir sonando, pero nunca más al ritmo de las balas.