Una reciente encuesta nacional realizada por Datum Internacional para El Comercio revela un fenómeno llamativo: a menos de un año de las Elecciones Generales 2026, el 61% de los votantes peruanos sufragará con dudas, escepticismo o inclinación hacia el rechazo, pero, a pesar de esta desafección, el 80% asegura que acudirá a las urnas.
Más de 27 millones de ciudadanos estarán habilitados para participar en el proceso electoral, y aunque la desconfianza hacia las instituciones públicas es alta, la obligación legal de votar y la conciencia cívica parecen predominar sobre el desencanto.
“El 61% de los peruanos se encuentra en una categoría de desafección media, lo que implica votar con dudas o incluso inclinarse hacia opciones de protesta como el voto en blanco o nulo” – detalla Datum para El Comercio.
Desafección política: ¿por qué los ciudadanos dudan?
El estudio de Datum identifica tres niveles de desafección entre el electorado. Mientras que un 61% muestra desafección media, un 31% evidencia desafección alta, con riesgo de abstención o apoyo a candidaturas antisistema. Solo un 8% de los votantes mantiene confianza plena en el sistema político y acudirá a votar con convicción.
Entre los factores que alimentan la desafección, destacan:
- Corrupción: el 91% de los encuestados manifestó vergüenza por la corrupción en el país.
- Gobierno y Congreso: un 79% y 85% respectivamente expresan vergüenza por el desempeño institucional.
- Partidos políticos: el 75% siente vergüenza respecto a estas organizaciones.
“Estos datos reflejan la tensión entre deber cívico y desconfianza ciudadana” – precisa Datum para El Comercio.
Ciudadanos indignados: más que apatía, crítica activa
La encuesta también midió los sentimientos hacia la situación política y social del país. El 27% de los ciudadanos siente molestia o cólera, un 21% tristeza, y un 15% vergüenza. Otros sentimientos incluyen decepción (15%), frustración (8%) e incertidumbre (3%). La percepción de vergüenza se ha triplicado respecto a mayo de 2025, cuando solo el 4% expresaba este sentimiento.
En lo que respecta a la economía, el 63% manifestó vergüenza, mientras que solo un 9% expresó orgullo por la situación económica nacional. Sobre el trato a extranjeros en Perú, un 43% declaró vergüenza, 38% indiferencia y 12% orgullo.
Estos datos muestran que los peruanos no solo desconfían del sistema político, sino que mantienen una observación crítica sobre todos los aspectos del funcionamiento estatal y social.
¿Qué factores influyen en la decisión de voto?
Datum también identificó las principales razones por las que los ciudadanos podrían rechazar a un candidato:
- 38% evitaría votar por candidatos con denuncias o investigaciones en curso.
- 37% rechazaría políticos vinculados a casos de corrupción.
- 13% se abstendría si el candidato tiene vínculos con minería ilegal o narcotráfico.
- Otros factores incluyen la ideología de izquierda (7%), haber ocupado cargos públicos previamente (5%) o incumplimiento de promesas (4%).
“Esto evidencia que el electorado se mantiene alerta a la trayectoria, la ética y la integridad de los aspirantes a cargos públicos” – detalla Datum para El Comercio.
Participación asegurada pese a la crítica
Aun con altos niveles de escepticismo y desaprobación institucional, el 80% de los peruanos manifestó que asistirá a las urnas, mientras que un 14% dijo que probablemente lo hará. Solo un 2% indicó no saber si votará. Este panorama muestra que, aunque exista desafección, el compromiso con la participación electoral prevalece sobre la apatía.
Esto plantea una pregunta clave: ¿cómo influirá el descontento en la manera en que los peruanos votarán? La combinación de obligatoriedad del voto y crítica activa podría derivar en un aumento del voto en blanco, nulo o por candidatos alternativos, configurando un escenario electoral impredecible.
Una ciudadanía crítica pero activa
La encuesta revela un electorado que, pese a su desconfianza, no se retira del proceso democrático. La brecha entre el descontento institucional y la participación efectiva refleja un nivel de conciencia cívica importante y una sociedad que exige cambios concretos.
El panorama hacia las Elecciones 2026 muestra un país polarizado entre la desafección y la obligación de participar, donde la ciudadanía parece estar dispuesta a ejercer su derecho al voto con escepticismo crítico, pero sin renunciar a la influencia que puede tener sobre el rumbo político nacional.
“Este estudio evidencia que los peruanos no solo sienten descontento, sino que buscan expresar su opinión a través del voto, aun cuando la confianza en el sistema es baja” – concluye Datum para El Comercio.