Desde este lunes 22 hasta el viernes 26 de setiembre, el Congreso de la República da inicio a una nueva semana de representación 2025, mecanismo institucional que permite a los legisladores tomar contacto directo con la ciudadanía, escuchar sus demandas y ejercer funciones de fiscalización fuera del hemiciclo.
Este espacio es fundamental para el ejercicio democrático y el control político descentralizado, pues acerca a los parlamentarios a sus electores, permitiéndoles recibir denuncias, supervisar el accionar de autoridades locales y mediar entre la población y el Poder Ejecutivo.
¿Qué establece el reglamento del Congreso sobre esta obligación?
La semana de representación está contemplada en el inciso f) del artículo 23 del Reglamento del Congreso, que establece que los parlamentarios deben mantener comunicación constante con los ciudadanos y las organizaciones sociales, a fin de conocer sus preocupaciones, necesidades y demandas.
El reglamento señala claramente que los congresistas deben “constituirse durante cinco días laborables continuos al mes en la circunscripción electoral de procedencia o en cualquier parte del país, ya sea individualmente o en grupo”. También están obligados a atender denuncias debidamente sustentadas, fiscalizar autoridades y contribuir como intermediarios entre las instituciones del Estado y los ciudadanos.
Además, en el caso de los congresistas elegidos por la circunscripción de peruanos en el extranjero, su semana de representación tiene una duración de siete días calendario.
¿Qué pueden esperar los ciudadanos?
Durante esta semana, los ciudadanos podrán acercarse a sus representantes para presentar reclamos, exponer problemáticas locales o solicitar apoyo para la gestión de proyectos ante instancias del Estado. Asimismo, se espera que los parlamentarios realicen visitas inopinadas a obras, instituciones educativas, centros de salud y municipalidades, a fin de verificar el correcto uso de recursos públicos.
La transparencia y la rendición de cuentas también forman parte del espíritu de la semana de representación. Por ello, cada congresista deberá informar periódicamente sobre su actividad parlamentaria, incluyendo reuniones sostenidas, fiscalizaciones realizadas y compromisos asumidos con la población.
¿Qué retos enfrenta esta labor?
Aunque se trata de una obligación funcional, distintas organizaciones civiles han cuestionado en el pasado la efectividad de estas jornadas, señalando que en varios casos los legisladores no cumplen con agendas claras o no informan adecuadamente sobre su trabajo en regiones. Ante ello, es fundamental que la ciudadanía ejerza su rol de vigilancia ciudadana, solicitando a sus representantes mayor compromiso y seguimiento a los temas abordados durante estas visitas.