La noche del viernes, la Marina de Guerra del Perú descartó la posibilidad de un tsunami en nuestras costas tras el terremoto de magnitud 7.5 registrado en la península de Kamchatka, Rusia. El evento telúrico, que remeció el extremo oriental de Eurasia, generó preocupación internacional debido a la intensidad registrada por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), pero tras un análisis técnico, las autoridades peruanas confirmaron que no había riesgo para el Pacífico suroriental.
Evaluación inmediata del evento
Según el boletín sismo-tsunami n.º 38-2025-1, emitido por la Dirección de Hidrografía y Navegación (DHN), el epicentro se localizó a 111 kilómetros al este de Petropavlovsk-Kamchatsky, capital regional de Kamchatka, con una profundidad de 39 kilómetros. La magnitud estimada fue de 7.5 Mw, lo que llevó a activar protocolos de vigilancia internacional.
La institución precisó que su Centro Nacional de Alerta de Tsunamis mantuvo un monitoreo constante desde el primer reporte. Sin embargo, tras los análisis de las condiciones oceánicas y la ubicación del epicentro, se descartó la generación de un tsunami que pudiera afectar al litoral peruano.
¿Por qué no hubo riesgo de tsunami para Perú?
El Pacífico es un océano interconectado, lo que hace que sismos de gran magnitud en países tan lejanos como Rusia, Japón o Chile, puedan llegar a representar un riesgo en nuestras costas. Sin embargo, no todos los terremotos marinos generan tsunamis.
En este caso, el sismo se produjo a una profundidad considerable y en una zona donde el movimiento de placas no propició un desplazamiento vertical del fondo marino, condición necesaria para levantar olas de gran tamaño. Además, las simulaciones realizadas por la DHN mostraron que la energía liberada no alcanzaba parámetros de alerta para el Perú.
¿Qué pasaría si un terremoto de magnitud similar ocurriera en el Pacífico sur? Esa es la pregunta que surge tras cada reporte. Los especialistas explican que la vulnerabilidad de países como Perú frente a un tsunami sigue siendo alta, especialmente en regiones costeras densamente pobladas.
Antecedentes recientes: la alerta de julio
Cabe recordar que en julio de 2025, un terremoto de magnitud 8.7 en la misma región de Kamchatka sí llevó a la emisión de una alerta preventiva de tsunami en Perú. Aquella vez, el epicentro se ubicó a 133 km al sureste de Petropavlovsk-Kamchatsky, con una mayor liberación de energía sísmica y un patrón tectónico que sí podía impactar en el Pacífico central y oriental.
Finalmente, el evento no generó daños en el litoral peruano, pero sirvió de recordatorio sobre la necesidad de estar preparados ante fenómenos de este tipo.
Vigilancia constante y prevención
La DHN de la Marina de Guerra reiteró que su sistema opera las 24 horas del día con un seguimiento en tiempo real de la actividad sísmica y oceánica mundial. En caso de detectar un riesgo de tsunami, la institución cuenta con protocolos de comunicación inmediata hacia las autoridades locales y el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), responsables de activar planes de evacuación en las zonas costeras.
En tanto, expertos en gestión del riesgo recomiendan a la población no confiarse ante comunicados iniciales y mantenerse atentos a las alertas oficiales. El recuerdo de eventos pasados como el tsunami de 2010 en Chile o el de 2004 en el sudeste asiático subraya la importancia de la prevención ciudadana.
Perú en el “Cinturón de Fuego”
El hecho de que Perú se ubique en el Cinturón de Fuego del Pacífico implica vivir bajo permanente riesgo sísmico y tsunami. Por ello, los especialistas destacan la relevancia de simulacros nacionales, señalización de zonas seguras y preparación comunitaria como pilares para reducir las consecuencias de un desastre.
Si bien el sismo de Kamchatka no representó peligro directo, refuerza la idea de que el océano puede ser escenario de eventos impredecibles y que la vigilancia científica es fundamental para garantizar la seguridad de millones de personas.