Machupicchu: un destino que rompe récords
El Ministerio de Cultura proyecta que Machupicchu recibirá más de un millón y medio de turistas en 2025, superando así las cifras prepandemia del 2019, año que registró la mayor afluencia de visitantes a la llaqta inca. Según el ministro Fabricio Valencia Gibaja, hasta septiembre ya se han vendido alrededor de 1’400,000 boletos, lo que asegura un cierre de año histórico para el turismo en el Perú.
El 2019 marcó un hito con más de 1.5 millones de ingresos a Machupicchu, generando cerca de S/ 4,934 millones en divisas. El anuncio del titular de Cultura devuelve el optimismo a la industria turística y posiciona nuevamente a Cusco como el epicentro del turismo internacional.
¿Qué mejoras se aplicaron en la venta de boletos a Machupicchu?
Uno de los puntos clave señalados por el ministro es la modernización del sistema de venta presencial. Desde el 1 de agosto se ejecuta un nuevo protocolo en el Centro Cultural de Machu Picchu Pueblo, donde se asignan 1,000 boletos diarios para quienes no pudieron comprar entradas online.
Las principales innovaciones incluyen:
- Eliminación del sistema de pre-tickets, reemplazado por venta directa.
- Ampliación de ventanillas de 2 a 5 puntos de atención simultánea, una de ellas preferencial.
- Horario extendido de atención de 6:00 a.m. a 10:00 p.m.
- Diversificación de pagos: ahora se aceptan tarjetas de crédito, débito y billeteras digitales como Yape, Plin y QR, además de efectivo.
- Orientadores permanentes en español e inglés para apoyar a los visitantes.
- Difusión en tiempo real de la disponibilidad de boletos mediante pantallas digitales, códigos QR y la web oficial tuboleto.cultura.pe.
Estas medidas, según el ministro Valencia, garantizan transparencia, seguridad y una mejor experiencia para los turistas, reduciendo las quejas recurrentes sobre desorden y reventa.
Impacto económico y cultural en Cusco
El turismo es uno de los motores económicos más importantes del Perú, y Machupicchu representa más del 60% de la llegada de visitantes internacionales a Cusco. Con este incremento proyectado de turistas, se espera un impacto positivo en hoteles, restaurantes, transporte y comercio local.
“El crecimiento de la llegada de turistas contribuye al desarrollo de la región Cusco y fortalece el posicionamiento del Perú como un destino mundial. Cada visitante no solo aporta a la economía, sino que también difunde nuestra cultura en el extranjero”, sostuvo el ministro de Cultura.
De acuerdo con la normativa vigente, el aforo se mantiene en 4,500 visitantes diarios en temporada regular y hasta 5,600 en temporada alta. Estas cifras buscan proteger la conservación del santuario histórico, al mismo tiempo que se impulsa la reactivación turística.
¿Qué retos enfrenta Machupicchu ante la alta demanda?
Aunque el anuncio es positivo, persisten desafíos:
- Sostenibilidad del turismo: el incremento de visitantes exige medidas de conservación más estrictas para evitar el deterioro de la ciudadela.
- Transporte hacia Machupicchu: las limitaciones en trenes y buses continúan siendo un cuello de botella en la experiencia del viajero.
- Accesibilidad en la compra online: pese a las mejoras presenciales, algunos turistas aún reportan dificultades en la plataforma digital.
- Equilibrio con comunidades locales: es necesario que los beneficios económicos lleguen de manera justa a las poblaciones cercanas.
El ministro Valencia reiteró que el Gobierno trabaja en coordinación con entidades regionales y locales para fortalecer la infraestructura turística y garantizar un manejo responsable de Machupicchu, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Machupicchu, orgullo y motor del Perú
La proyección de más de 1.5 millones de visitantes en 2025 representa una señal de recuperación para el turismo nacional y coloca nuevamente al Perú en el mapa mundial. La implementación de un sistema más eficiente y transparente de venta de boletos responde a la necesidad de ordenar la afluencia de turistas y evitar irregularidades.
Machupicchu no solo es un símbolo histórico y cultural, sino también un motor económico para miles de familias cusqueñas y peruanas. El desafío ahora está en garantizar que este crecimiento vaya de la mano con la sostenibilidad y la preservación del patrimonio.