Un grupo de estudiantes mantiene tomado el campus principal de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), en Lima, como medida de protesta frente a lo que consideran un “atropello al derecho a la educación”. La Federación Universitaria de San Marcos (FUSM) responsabilizó a la rectora Jeri Ramón por no haber atendido las reiteradas solicitudes de diálogo.
Los manifestantes, concentrados en la puerta N.° 2 de la Ciudad Universitaria, han colocado banderolas con mensajes como “Postulantes en la lucha”. La Policía Nacional del Perú (PNP) permanece en los exteriores, aunque hasta el momento no se han registrado enfrentamientos ni incidentes mayores.
Demandas estudiantiles
Entre los principales reclamos de los alumnos figuran:
- Eliminación del pago de S/ 500 por matrícula en una segunda carrera profesional.
- Descentralización de la entrega de tickets del comedor universitario y aumento de raciones.
- Revisión del reglamento de Admisión 2026, que según denuncian limita la posibilidad de postular a otra carrera si previamente ya reservaron matrícula en la misma universidad.
“Hemos adoptado esta medida de lucha porque pedimos una mesa de diálogo con la rectora hace dos semanas y se nos negó”, declaró una estudiante a RPP Noticias. Otro de los voceros señaló que “muchos compañeros han quedado impedidos de postular a otra carrera solo por haber escogido una primera opción, lo cual es injusto”.
Universidad suspende el examen de admisión
La protesta obligó a la UNMSM a suspender el examen de admisión 2026-I, una decisión que afecta a miles de postulantes que se preparaban para acceder a una vacante en la universidad más antigua de América.
La administración universitaria reconoció que la seguridad de los postulantes no estaba garantizada y, a través de un comunicado, anunció que reprogramará el proceso una vez que se restablezca el orden en el campus.
Respuesta oficial de San Marcos
En un intento por calmar la crisis, las autoridades emitieron un comunicado con medidas concretas:
- Incremento de raciones en el comedor universitario, tanto en la sede central como en San Juan de Lurigancho.
- Participación equitativa en la vivienda universitaria durante las fechas de admisión.
- Para el caso de segunda carrera, solo se pagará matrícula, sin pensiones adicionales.
- Los estudiantes que ingresaron a una carrera y desean cambiar de especialidad podrán postular una sola vez.
- Se ampliará la distribución de tickets de almuerzo en otro punto de la Ciudad Universitaria.
Sin embargo, los dirigentes de la Federación Universitaria consideran que estas medidas son insuficientes y exigen un compromiso directo de la rectora Jeri Ramón con los estudiantes movilizados.
Contexto y repercusiones
La toma de San Marcos tiene un fuerte impacto en la comunidad académica y en la opinión pública. No es la primera vez que la universidad se convierte en epicentro de protestas estudiantiles. En enero de 2023, la Policía ingresó violentamente al campus en medio de marchas contra el gobierno de Dina Boluarte, lo que dejó un recuerdo amargo en la historia reciente de la institución.
Expertos en educación superior señalan que la actual crisis refleja la desconexión entre las autoridades universitarias y las bases estudiantiles, así como la necesidad de actualizar la política de bienestar universitario para responder a las demandas sociales de los jóvenes.
Seguridad y diálogo pendiente
Mientras tanto, la PNP mantiene presencia en los alrededores de la universidad para evitar desmanes. Los estudiantes han reiterado que su protesta es pacífica y que solo buscan que sus demandas sean escuchadas.
El Ministerio de Educación no ha emitido, hasta el momento, un pronunciamiento formal sobre la paralización de actividades en la UNMSM. Analistas advierten que, si la situación se prolonga, podría afectar no solo el proceso de admisión, sino también el calendario académico del próximo semestre.
Lo que viene
La continuidad de la toma de San Marcos dependerá de la capacidad de las autoridades para establecer una mesa de diálogo con los representantes estudiantiles. Mientras tanto, los postulantes al examen de admisión permanecen en incertidumbre, a la espera de nuevas fechas oficiales.
El caso pone nuevamente sobre la mesa la discusión sobre la educación pública universitaria en el Perú, el financiamiento estatal y el derecho de los estudiantes a participar activamente en la gestión de su casa de estudios.