Pitch a la vena. El MEF llevó a Canning House y a fondos como Deutsche Bank y Goldman Sachs un guion simple: Perú vuelve a ser plaza confiable, con PBI +3,4 % en 1S25 y meta 3,5 % en 2025, baja inflación y riesgo país competitivo. Carpeta: entre 2025–2026 se prevé adjudicar 80 proyectos por USD 20 mil millones (transporte, energía, saneamiento, salud, educación, turismo, inmuebles). Hitos: Tercer Grupo de Aeropuertos, Parque Industrial de Ancón, PTAR Maldonado y Cajamarca. Dato ancla: en 2024 se logró la mayor adjudicación APP de la década (USD 9 mil millones). Megas y método: esquema híbrido G2G + APP para Líneas 3 y 4 del Metro de Lima (USD 10 mil millones), y ferrocarriles Lima–Ica, Marcona–Andahuaylas y Túnel Trasandino (cartera > USD 20 mil millones). Reglas claras en puerta: reglamento de la nueva Ley de APP y Shock Desregulatorio 2.0 para destrabar permisos ambientales, arqueológicos y municipales. Señal de mercado: rondas uno a uno (Goldman Sachs/EIG/IFM) y vitrina de finanzas sostenibles con el MEF y COFIDE para reforzar la historia macro y el pipeline bancable. La gira cruzó a Madrid: si se replica la recepción londinense, InPerú habrá movido la aguja del “Perú potencial” al “Perú adjudicado y financiado”.
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