¿Por qué es fundamental visibilizar a las mujeres indígenas en el Perú actual?
Cada 5 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena, una fecha que no solo celebra la identidad y resistencia cultural de las mujeres originarias de América Latina, sino que también interpela al Estado y a la sociedad a cerrar las brechas estructurales de desigualdad que aún las afectan. En este marco, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) rindió homenaje a las mujeres indígenas del Perú y reafirmó su compromiso con su protección, empoderamiento y participación plena en todos los espacios de la vida nacional.
La titular del sector, Ana Peña Cardoza, resaltó que las mujeres indígenas cumplen un rol esencial en la preservación de las lenguas, los saberes ancestrales y la cohesión comunitaria, además de liderar procesos de defensa de derechos frente a diversas formas de violencia estructural y territorial.
Participación y reconocimiento: una deuda histórica
“La igualdad de género debe avanzar de la mano con el respeto a la identidad cultural. Solo así construiremos un país más justo e inclusivo”, afirmó la ministra, quien aprovechó la fecha para destacar que el Estado tiene la responsabilidad de garantizar la participación plena de las mujeres indígenas en la vida social, política y económica del país.
Las cifras confirman que las mujeres indígenas, particularmente las que viven en zonas rurales y de la Amazonía, enfrentan barreras múltiples para el ejercicio de sus derechos. A esto se suman situaciones de violencia de género, discriminación, acceso limitado a servicios públicos, falta de representación en la toma de decisiones y poca atención culturalmente adecuada en salud, educación y justicia.
Servicios con pertinencia cultural
En los últimos años, el MIMP ha implementado acciones para reducir estas brechas, reforzando programas de prevención de la violencia, servicios de atención con enfoque intercultural y acceso a la justicia en los Centros Emergencia Mujer (CEM) ubicados en comunidades rurales, andinas y amazónicas.
Uno de los ejes centrales de esta política ha sido promover servicios en lenguas originarias, capacitando al personal en enfoques culturales y fortaleciendo el trabajo articulado con líderes y lideresas indígenas. La intención es que las mujeres no solo accedan a los servicios del Estado, sino que estos respeten sus costumbres, lenguas y cosmovisiones.
Diálogo, incidencia y liderazgo
El MIMP también ha promovido espacios de diálogo con organizaciones de mujeres indígenas, donde las propias lideresas plantean sus demandas, prioridades y propuestas para ser incluidas en la formulación de políticas públicas.
En ese sentido, la ministra Peña Cardoza señaló que uno de los principales desafíos es fortalecer los mecanismos de representación e incidencia política de las mujeres indígenas, tanto a nivel local como nacional. “La voz de las mujeres indígenas debe estar presente en la toma de decisiones sobre el territorio, los recursos naturales y los modelos de desarrollo. Ellas son parte activa de la solución”, expresó.
Una lucha que trasciende generaciones
El Día Internacional de la Mujer Indígena se conmemora cada 5 de septiembre en honor a Bartolina Sisa, heroína aimara ejecutada en 1782 por liderar una rebelión contra el dominio colonial español. Su figura representa la resistencia, dignidad y liderazgo femenino de los pueblos originarios de América Latina.
Más de dos siglos después, miles de mujeres como ella continúan luchando por el reconocimiento de sus derechos, el respeto a sus territorios, la defensa de sus lenguas y saberes, y por una vida libre de violencia.
El compromiso del Estado
En su mensaje oficial, el MIMP reiteró que continuará trabajando en coordinación con organizaciones indígenas, sociedad civil y cooperación internacional, para impulsar acciones concretas que garanticen los derechos de las mujeres indígenas y promuevan su participación en todos los niveles del Estado.
Además, se comprometió a fortalecer la presencia del MIMP en zonas de alta vulnerabilidad y a seguir capacitando a sus operadores en enfoque intercultural de género. “La diversidad cultural del Perú es una fortaleza, y las mujeres indígenas son parte esencial de ella”, concluyó Peña.