El Ejecutivo de Dina Boluarte vuelve a apostar por una figura cuestionada. Julio Demartini Montes, exministro de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), ha sido oficialmente designado como asesor de Alta Dirección en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Su retorno al aparato central del Gobierno se formalizó mediante la Resolución Ministerial N° 216-2025-PCM, publicada el 1 de septiembre en una edición extraordinaria del diario El Peruano.
La resolución fue firmada por el primer ministro Eduardo Arana, marcando así el regreso del exministro al entorno de la presidenta Dina Boluarte, apenas siete meses después de haber dejado su anterior cargo en medio de un escándalo por intoxicaciones masivas en el programa Qali Warma.
¿Por qué es polémico su regreso?
Demartini estuvo al frente del Midis desde diciembre de 2022 hasta enero de 2025, cuando renunció tras verse implicado en denuncias por presuntas irregularidades en la contratación de proveedores de alimentos para los programas sociales Qali Warma y Wasi Mikuna.
En específico, el exministro fue incluido en investigaciones fiscales por los presuntos delitos de negociación incompatible y obstrucción a la justicia, relacionados con supuestas maniobras para beneficiar a la empresa Gambrinus durante procesos de contratación pública.
¿Qué investiga la Fiscalía?
El Ministerio Público abrió diligencias preliminares tras detectar posibles irregularidades en contratos firmados durante 2024 y 2025. Según la hipótesis fiscal, Demartini habría favorecido a un proveedor específico —la mencionada empresa Gambrinus—, interfiriendo incluso en el desarrollo de las investigaciones internas.
En marzo de 2025, la Fiscalía solicitó un impedimento de salida del país por nueve meses, pero el pedido fue rechazado por el juez supremo Juan Carlos Checkley, quien consideró que no existían elementos suficientes que justificaran una restricción de esa magnitud.
Durante la audiencia, Demartini negó cualquier relación con los empresarios investigados y rechazó haber obstaculizado el proceso judicial.
¿Cuál será su nuevo rol en la PCM?
Según el comunicado oficial, su designación obedece a un plan de “fortalecimiento de la gestión pública” en temas sociales e interministeriales, áreas donde el exministro posee experiencia técnica. Desde la PCM, Demartini tendrá un rol clave como asesor estratégico, con acceso a los niveles más altos de coordinación gubernamental.
Este regreso, sin embargo, ha encendido nuevamente el debate sobre la recurrencia del Gobierno de Boluarte a figuras con procesos abiertos o antecedentes controversiales.
¿Por qué vuelve ahora?
Tras su salida del Midis, Demartini no se desligó por completo del aparato estatal. Fue considerado en su momento como posible embajador ante la Santa Sede, pero la iniciativa fue frenada debido al impacto negativo del caso Qali Warma en la opinión pública.
Pese a ello, logró mantenerse cerca del Ejecutivo, trabajando como asesor en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) durante varios meses.
Su reincorporación a la PCM ahora lo ubica en una posición estratégica dentro del Gobierno, en un contexto donde el Ejecutivo busca reforzar su capacidad técnica y política para encarar las crecientes demandas sociales.
¿Qué dice esto del Gobierno de Dina Boluarte?
La decisión de volver a incorporar a Demartini parece reforzar una constante en la administración Boluarte: el reaprovechamiento de cuadros técnicos y políticos pese a cuestionamientos. El retorno del exministro muestra que, más allá del ruido mediático o judicial, el Gobierno valora la lealtad, experiencia institucional y cercanía política.
Este movimiento también evidencia una necesidad de recomponer el aparato técnico del Ejecutivo, que ha sufrido múltiples salidas y reemplazos en ministerios clave a lo largo de los últimos meses.
¿Qué reacciones ha generado?
Hasta el momento, la oposición política y diversos sectores de la sociedad civil han expresado su rechazo a la designación. Para ellos, resulta inaceptable que una persona con investigaciones en curso vuelva a ocupar un cargo cercano al poder de decisión central.
La transparencia en la administración pública y la preservación de la confianza ciudadana vuelven a ser temas clave, sobre todo en momentos donde la legitimidad del Gobierno se encuentra cuestionada por temas de seguridad, economía y derechos humanos.
¿Puede seguir siendo asesor pese a estar investigado?
Desde el punto de vista legal, no existe impedimento para que una persona bajo investigación fiscal asuma un cargo de confianza, mientras no exista sentencia o medida restrictiva. Sin embargo, el criterio ético y político es otro.
Designar a Demartini en medio de una indagación abierta puede ser legal, pero políticamente costoso, sobre todo si las investigaciones avanzan y se confirman indicios de responsabilidad.
¿Qué implica esta designación para el futuro del Ejecutivo?
El retorno de Julio Demartini puede ser interpretado como una apuesta por funcionarios con trayectoria, pero también como una muestra de desinterés del Ejecutivo por las críticas públicas.
El Gobierno de Dina Boluarte enfrenta una agenda política y social cada vez más compleja, y la elección de asesores será crucial para definir el rumbo de los próximos meses.
Con Demartini nuevamente en la sala de decisiones, queda claro que la administración apuesta por el “know-how” estatal, aunque ello implique cargar con el peso de las investigaciones aún no resueltas.