El Proyecto de Masificación del Gas Natural en el distrito de San Jerónimo registra un avance del 45%, marcando un hito energético para el Cusco. La iniciativa, liderada por el gobernador regional Werner Salcedo Álvarez, incluye la construcción de la primera Planta Satelital de Regasificación (PSR) en el sector Huayllapampa y beneficiará inicialmente a mil hogares con un suministro seguro y tarifas equivalentes a las de Lima.
Un proyecto que rompe 20 años de espera
Tras dos décadas de exclusión del sistema nacional de distribución de gas, el Cusco ve materializarse una demanda histórica. El gobernador Salcedo destacó que este avance es posible gracias al convenio suscrito con el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) en noviembre de 2023 y a la cesión de terrenos para la planta. Con un presupuesto de 24 millones de soles, la infraestructura contempla 25 kilómetros de redes domiciliarias y un tanque de almacenamiento de 30 m³ de gas natural licuado, transportado desde Pampa Melchorita (Ica) por camiones cisterna.

Impacto económico y social inmediato
El gas natural llegará primero a familias de bajos recursos, lo que reducirá sus gastos energéticos y aportará a una matriz energética más limpia. Además, la ejecución del proyecto está generando empleos locales y dinamizando la economía distrital. La tarifa nivelada —que equipara el precio del gas en Cusco al de Lima— es uno de los mayores beneficios para la población, según señaló el gerente regional de Energía, Minas e Hidrocarburos, Merciano Basilio Peláez.
Proyección a largo plazo: de 1,000 a 8,000 familias
La PSR de San Jerónimo servirá como proyecto piloto para replicar el modelo en toda la región. El MINEM prevé instalar trece plantas satélite en el Cusco, ocho de ellas en proceso de licitación este año y el resto en 2026. En una segunda fase, el servicio se ampliará a 8,000 hogares, impulsando un acceso equitativo y sostenible al gas natural en la región sur del país.

De la exclusión a la inclusión energética
El especialista técnico del FISE, David Ponce Ramírez, recordó que el gas de Camisea abastece a Lima desde 2004, pero el sur, incluido Cusco, había quedado fuera de la red principal. Hoy, con este proyecto, se da un paso hacia la inclusión energética, abriendo la puerta a un modelo que podrá beneficiar a miles de familias y reducir la dependencia de combustibles más costosos y contaminantes.