En una sorpresiva declaración durante una ceremonia oficial en la ciudad fronteriza de Leticia, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que su gobierno no reconoce la soberanía del Perú sobre la isla Santa Rosa de Loreto, ubicada en el extremo noreste de la Amazonía peruana.
El acto, organizado con motivo de la conmemoración de la Batalla de Boyacá y el Día del Ejército Nacional de Colombia, fue aprovechado por Petro para cuestionar la reciente creación del distrito de Santa Rosa de Loreto por parte del Estado peruano. El mandatario aseguró que esta medida es un acto unilateral que viola el Protocolo de Río de Janeiro de 1942, tratado que delimita las fronteras entre ambos países.
¿Qué dijo exactamente Gustavo Petro?
Durante su intervención, el presidente colombiano leyó un pronunciamiento en el que sostuvo que la creación del distrito de Santa Rosa “constituye una violación del derecho internacional”. En palabras textuales:
“La ley por medio de la cual se crea el distrito de Santa Rosa de Loreto es un acto unilateral. Ignora los compromisos jurídicos internacionales que regulan nuestras fronteras comunes”.
Añadió que la isla no habría sido “formalmente asignada a ninguna de las dos naciones”, una afirmación que desconoce la existencia del distrito peruano validado por ley nacional y publicado en el diario oficial “El Peruano” en julio pasado.
¿Qué es el distrito de Santa Rosa de Loreto?
La isla Santa Rosa, ubicada en el río Amazonas, frente a las ciudades de Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil), es un punto estratégico en la triple frontera. Hasta julio de este año, el lugar era considerado un centro poblado bajo jurisdicción del distrito de Ramón Castilla, provincia de Mariscal Ramón Castilla, región Loreto.
El Congreso del Perú aprobó su conversión en distrito, y el Ejecutivo promulgó la ley como una estrategia para fortalecer la presencia del Estado en la frontera amazónica, mejorar la gobernanza local y dotar de recursos a la zona.
¿Por qué el pronunciamiento de Petro genera tensión?
El desconocimiento público de la soberanía peruana sobre Santa Rosa por parte del presidente Petro se produce en un contexto delicado para las relaciones bilaterales. Aunque no se han anunciado medidas diplomáticas formales, esta declaración podría escalar a un incidente diplomático si el gobierno peruano responde oficialmente.
Expertos en relaciones internacionales han señalado que esta postura podría estar motivada por factores internos en Colombia. Según el analista internacional Carlos Escobar, Petro busca reafirmar liderazgo político apelando al nacionalismo territorial, justo cuando enfrenta presiones políticas y sociales en su país.
¿Se violó el Protocolo de Río de Janeiro?
El tratado de 1942, firmado por Perú y Colombia, estableció los límites definitivos entre ambos países en la Amazonía. La isla Santa Rosa quedó del lado peruano, y desde entonces ha sido administrada por Lima, sin mayores controversias diplomáticas. La creación del distrito no supone un cambio de estatus territorial, sino una reorganización administrativa interna del Estado peruano.
No obstante, Petro sostiene que al convertir Santa Rosa en distrito, Perú estaría “formalizando” unilateralmente su control sobre la isla, desconociendo –según él– la necesidad de consultas bilaterales previas. Esta interpretación no es compartida por expertos en derecho internacional, quienes recuerdan que los actos legislativos internos son prerrogativas soberanas.
¿Cómo podría responder el Perú?
Hasta el momento, no hay una respuesta oficial del Gobierno peruano, que continúa con su agenda institucional en Santa Rosa de Loreto. Este 7 de agosto, el premier Eduardo Arana y una comitiva ministerial llegaron a la isla para impulsar proyectos de desarrollo y fortalecimiento del Estado.
La presencia del primer ministro en Santa Rosa, en simultáneo con la declaración de Petro desde Leticia, eleva el simbolismo del acto y podría considerarse una afirmación silenciosa de soberanía territorial.
¿Qué implicancias tiene esta tensión?
La declaración de Petro reabre un frente que parecía resuelto en las relaciones entre Perú y Colombia. Aunque no se trata de un conflicto armado ni de un diferendo limítrofe formal, sí puede derivar en:
- Intercambio de notas diplomáticas.
- Posible llamado a consulta de embajadores.
- Discusión en foros regionales como UNASUR o la CAN.
- Reevaluación de proyectos de cooperación binacional en la Amazonía.
De no manejarse con diplomacia, el tema podría afectar la integración fronteriza, el comercio local y la seguridad en la triple frontera, donde también operan redes ilícitas.
La decisión del presidente colombiano Gustavo Petro de cuestionar la soberanía del Perú sobre la isla Santa Rosa de Loreto constituye un gesto político de alto impacto simbólico y diplomático. Aunque no implica por ahora una ruptura formal, sí plantea un desafío para la política exterior peruana y un nuevo punto de tensión en una frontera históricamente compleja. El silencio de Lima podría ser estratégico, pero también será observado de cerca por la comunidad internacional.