El Hipódromo de Monterrico se vistió de gala el pasado domingo 19 de noviembre para acoger el Clásico Derby Nacional (Gr.I), un evento que no solo reunió a los mejores ejemplares juveniles de 3 años, sino que también deslumbró con la pasión de un público entregado que colmó las diversas tribunas del Coloso de Surco. La jornada hípica también presentó los emocionantes Clásicos Postin (Gr.II) y el Clásico Asociación Nacional de Criadores y Propietarios de Caballos de Paso.
En el centro de todas las miradas, el Clásico Derby Nacional (Gr.I) llevó a la pista a Poseidón, un magnífico corcel que bajo la maestría del consagrado jinete peruano Edwin Talaverano, se alzó con la victoria. Esta hazaña marcó la quinta vez que Talaverano conquista la destacada competencia, consolidándolo como una figura indiscutible en el mundo ecuestre. La destreza del jinete se unió al impecable entrenamiento de Juan Suárez, quien celebró su décimo Derby con Poseidón, propiedad del reconocido comentarista deportivo Jorge Kieffer Solari y sus colores del Stud Pedro Solari.
El espectáculo no solo estuvo en la pista, sino que también se vivió en el Palco Oficial del Hipódromo de Monterrico, donde el Presidente del Jockey Club del Perú, Danilo Chávez Abad, y miembros de su Consejo Directivo, recibieron con entusiasmo a distinguidas personalidades. Maricarmen Alva y Ántero Flores Aráoz fueron algunos de los invitados de honor, junto a empresarios y familiares, que compartieron la emoción y la adrenalina de este apasionante evento.
La conexión entre la destreza de los jinetes, la elegancia de los caballos y la emoción del público crearon un ambiente único en el Hipódromo de Monterrico. El rugir de la multitud, la velocidad de los pura sangre y la emoción de la competencia hicieron de este Derby Nacional un hito inolvidable en la historia de las carreras de caballos en Perú.
Este evento no solo resalta la excelencia en el mundo hípico, sino que también consolida al Hipódromo de Monterrico como el epicentro de las grandes gestas ecuestres en la región. El triunfo de Poseidón, la maestría de Talaverano y la celebración de Juan Suárez se suman a la rica tradición de este escenario, donde la pasión por los caballos y la competición se entrelazan de manera extraordinaria.