En medio de la reconfiguración del escenario electoral rumbo a las elecciones generales del 2026, los partidos de izquierda también se mueven. Nuevo Perú por el Buen Vivir, liderado por Vicente Alanoca, ha anunciado su intención de conformar un nuevo frente electoral de corte progresista, en alianza con Voces del Pueblo (organización liderada por el congresista Guillermo Bermejo), Unidad Popular y el Partido de los Trabajadores y Emprendedores (PTE).
Este anuncio se dio tras el Consejo Nacional Extraordinario de Nuevo Perú, en el cual se oficializó la ruptura con la agrupación Ahora Nación, del rector Alfonso López Chau, con quien venían trabajando en una mesa de unidad. Según informó Nuevo Perú en un comunicado, la separación obedece a profundas diferencias en visión programática y métodos democráticos para definir una candidatura presidencial.
Un frente progresista que busca “refundar el Perú”
El bloque que se proyecta —aunque aún en formación— apunta a representar una izquierda renovada, con un programa centrado en una nueva Constitución, la defensa de los recursos naturales, la lucha contra la corrupción e impunidad, y una democracia real y participativa.
“Convocamos a otras fuerzas sociales y políticas progresistas a sumarse a este esfuerzo colectivo de refundación del país, desde una perspectiva inclusiva y popular”, indicó Nuevo Perú en su declaración pública. El mensaje fue acompañado por un llamado a dejar de lado diferencias tácticas y priorizar “los objetivos históricos del pueblo peruano”.
Entre los ejes centrales de este frente se encuentran:
- La reforma constitucional mediante Asamblea Constituyente
- La defensa de los derechos laborales y sociales
- La soberanía sobre los recursos naturales estratégicos
- Una política exterior latinoamericanista y antiimperialista
Nuevo Perú rompe con Perú Ahora: ¿Qué motivó la separación?
El distanciamiento entre Nuevo Perú y Ahora Nación no fue casual. Según el comunicado, la agrupación de Alanoca acusa a sus exsocios de haberse “derechizado” y de rechazar mecanismos internos democráticos, como elecciones primarias abiertas o consultas con las bases para definir candidaturas.
Además, habría existido resistencia a revisar el programa común y modernizar el lenguaje e imagen de la alianza. En ese contexto, se decidió “cerrar el capítulo” con Ahora Nación y avanzar con fuerzas más afines ideológicamente.
Fuentes cercanas a Nuevo Perú también señalan que el crecimiento de contradicciones internas, así como la falta de voluntad de ciertos actores para ceder espacios de poder o integrar propuestas ajenas, aceleraron la ruptura.
Elecciones 2026: ¿quién liderará la candidatura?
El frente progresista aún no ha definido un candidato presidencial. Sin embargo, ha dejado claro que cualquier nominación será producto de “procesos democráticos abiertos” y de una construcción colectiva de un plan de gobierno popular.
Si bien el nombre de Vicente Alanoca —quien ha ganado notoriedad en regiones del sur— suena con fuerza, no se descarta que otros actores emergentes, como **Guillermo Bermejo
, puedan postular o asumir roles importantes dentro del proyecto. “No se trata de personas, sino de propuestas”, enfatizó un dirigente de Unidad Popular, que reafirmó la necesidad de articular con movimientos sociales, sindicatos y organizaciones indígenas.
Un camino desafiante para la izquierda peruana
La fragmentación histórica de la izquierda peruana ha sido uno de los principales obstáculos para su consolidación como alternativa electoral. En 2021, diversos sectores no lograron unificarse, y en 2026 podrían enfrentar el mismo riesgo si no articulan un mensaje claro y una estrategia compartida.
La reciente experiencia de gobierno de Pedro Castillo también ha dejado huellas en el electorado progresista, generando escepticismo y debates internos sobre liderazgo, gobernabilidad y coherencia programática.
¿Podrá esta nueva coalición superar la dispersión y presentar una propuesta unitaria y viable para los comicios de 2026?
Un frente con vocación de poder y propuestas de cambio
Pese a los desafíos, la apuesta de Nuevo Perú, Voces del Pueblo, Unidad Popular y el PTE apunta a construir un frente progresista con vocación de gobierno, que no solo busque representación parlamentaria, sino también disputar el Ejecutivo con una agenda transformadora.
Con ello, aspiran a canalizar el descontento de amplios sectores sociales que exigen cambios estructurales en el país, especialmente tras años de inestabilidad política, corrupción y exclusión.
En palabras de sus dirigentes, el objetivo es claro: “refundar el Perú con justicia social, soberanía y democracia real”.
El anuncio de una posible alianza progresista de izquierda marca un nuevo capítulo en el panorama político peruano. En medio de un contexto polarizado y volátil, estos movimientos buscan ofrecer una alternativa programática y ética, que supere los errores del pasado y conecte con las demandas más urgentes de la ciudadanía.