Un reciente informe de inteligencia de la Policía Nacional del Perú (PNP) destapó un escándalo de corrupción interna: entre 10 y 15 policías en funciones habrían integrado la banda criminal liderada por Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’. Estos agentes filtraban información confidencial de operativos y facilitaban armas a la organización delictiva conocida como Los Injertos del Cono Norte.
Según el exjefe de la BRECC de Lima Norte, Francisco Rivadeneyra, los efectivos “se vanagloriaban de ser los ojos y oídos” del delincuente, actualmente prófugo. Hasta ahora, solo tres policías han sido plenamente identificados por sus nexos con la banda, y se presume que habrían huido del país tras revelarse su implicación en la red criminal.
En paralelo, el Ministerio del Interior incrementó la recompensa por información que facilite la captura de ‘El Monstruo’ a S/ 1 millón de soles. La estrategia actual busca rastrear las cuentas bancarias utilizadas por la organización, con el objetivo de golpear su principal fuente de poder: el dinero. “El dinero los fortalece y los vuelve itinerantes”, declaró el ministro Carlos Malaver.
Además, la pareja y la madre de Erick Moreno ya fueron detenidas, y chats filtrados revelan que la banda extorsionaba a empresas de transporte público en Lima. El caso expone el nivel de infiltración del crimen organizado en instituciones clave, como la propia PNP, y pone en jaque los esfuerzos por combatir la corrupción desde adentro.