Mientras Israel e Irán escalan un conflicto de consecuencias imprevisibles, los mercados globales han activado el modo “riesgo off”. Pero, a diferencia de episodios similares en el pasado, esta vez no se ha producido una migración significativa hacia el dólar como refugio. Al cierre semanal, el dólar estadounidense luce debilitado, a pesar de la lógica geopolítica y la aversión al riesgo reinante.
Este comportamiento llama la atención. El conflicto en Medio Oriente y la presión alcista sobre los precios del crudo y el gas natural podrían echar por tierra los planes de recorte de tasas de la Reserva Federal, inicialmente previstos para septiembre. Si el petróleo sigue encareciéndose, el costo del financiamiento en EE.UU. podría mantenerse elevado, debilitando aún más al dólar.
¿Se reescriben los escenarios para la Fed?
Los impactos de los precios energéticos sobre la inflación ya son conocidos desde la guerra en Ucrania. Esta semana, toda la atención estará puesta en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) del miércoles 18 de junio. El mercado de futuros asigna una probabilidad del 96,9% a que la tasa se mantenga en su rango actual (4,25%-4,50%). Sin embargo, las nuevas proyecciones macroeconómicas de la Fed —PIB, desempleo, inflación y tipo de interés— serán clave.
Para la próxima reunión del 30 de julio, el consenso también apunta a que no habrá cambios. Recién para el 17 de septiembre se anticipa, con una probabilidad del 77,9%, una eventual baja de 25 puntos básicos. Sin embargo, ese escenario se debilita a medida que el petróleo y el gas natural vuelven a presionar al alza la inflación.
Jerome Powell, presidente de la Fed, seguramente abordará la crisis en Medio Oriente durante la conferencia de prensa del miércoles. Su postura podría marcar un punto de inflexión para las expectativas de política monetaria.
El petróleo, otra vez protagonista
Según un reporte de Citi, se espera que 75 plataformas petroleras en EE.UU. cesen temporalmente operaciones, lo que implicaría una caída de 275.000 barriles diarios. En este contexto, los recientes aumentos de producción de la OPEP+ podrían ser mejor recibidos de lo previsto.
Si Irán intenta bloquear el estrecho de Hormuz, EE.UU. y sus aliados podrían intervenir directamente. En ese escenario, el petróleo podría alcanzar niveles aún más elevados y alimentar otra ola inflacionaria, complejizando el entorno para la Fed.
Análisis técnico del Dólar Index (DXY)
El análisis gráfico —basado en el contrato de septiembre (“USDIndSep25”)— muestra que el índice se encuentra en una zona crítica. La herramienta Fibonacci sugiere resistencias en los niveles de 99,239 (61,8%), 99,725 (50%) y 100,813 (23,6%), mientras que los soportes clave se ubican en 96,693 (123,6%), 96,091 (138,2%) y 95,119 (161,8%).
La media móvil exponencial (EMA) de 50 periodos se encuentra por debajo de la de 100 y 200, lo que refuerza la debilidad técnica. El RSI diario, en 36,79 puntos, se mantiene aún en zona neutral, pero cercano a niveles de sobreventa.
¿Hacia dónde va el dólar?
Si el DXY no logra recuperar los 99,239 puntos en los próximos días, podría encaminarse a una prueba del soporte en 95,119. El dólar se encuentra en un cruce de caminos, condicionado tanto por la geopolítica como por los próximos movimientos de la Fed.
Por ahora, la “moneda refugio” parece haber perdido algo de su aura. Si la guerra escala o la inflación repunta, la Reserva Federal podría verse forzada a mantener una política más restrictiva de lo previsto. Y eso redefiniría por completo el tablero global.
Dirk Friczewsky, ActivTrades.
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