Por: Dirk Friczewsky – ActivTrades.
El precio del petróleo Brent ha regresado a valores no vistos desde antes del estallido de la guerra en Ucrania, reflejo de una presión combinada entre caída de la demanda, aumento de la producción y nuevas tensiones geopolíticas. Según el informe de mayo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda global de crudo cayó en 990 mil barriles diarios durante el primer trimestre de 2025, y se espera que en el segundo trimestre el retroceso llegue a los 650 mil barriles diarios. La tendencia, según los expertos, podría mantenerse durante el resto del año.
La expansión de la oferta acentúa la presión: se proyecta que la producción global aumente en 1.6 millones de barriles diarios este año, alcanzando un promedio de 104.6 millones. Para 2026, se sumarían otros 970 mil barriles. Los países fuera de la alianza OPEP+ lideran el incremento, con 1.3 millones adicionales en 2025 y 802 mil en 2026, mientras que la propia OPEP+ planea añadir 310 mil este año y 150 mil más el próximo.
La reciente oleada de aranceles impulsados por la administración Trump, que alcanzan hasta un 145% para productos chinos, ha generado un entorno económico global más tenso. Esta política proteccionista —sumada a las ampliaciones de producción— ha contribuido al descenso del precio del Brent, que ha llegado a caer más de 20 dólares desde su pico anual. En su punto más bajo, el barril se cotizó cerca de los 58 dólares, un nivel no visto en cuatro años.
Un respiro vino el 8 de mayo con la firma del primer acuerdo comercial entre EE.UU. y el Reino Unido, que ayudó a estabilizar el mercado. A ello se sumó el anuncio, el 12 de mayo, de una suspensión de 90 días en los aranceles recíprocos entre potencias, lo que aportó un alivio parcial. Si Washington y Pekín logran sellar un acuerdo significativo, el efecto podría ser positivo para el petróleo y otros commodities estratégicos como el gas natural y los metales industriales.
Previsiones para 2025 y 2026
Según la Administración de Información Energética (EIA) de EE.UU., el precio promedio del Brent sería de 66 dólares por barril en 2025 y de 59 dólares en 2026. La producción estadounidense también crecería: 13.4 millones de barriles diarios este año y 13.5 millones el siguiente, con una economía que se expandiría a un ritmo moderado del 1.5% y 1.6%, respectivamente.
La estrategia energética de la administración Trump sigue enfocada en garantizar precios bajos como herramienta para contener la inflación. Este objetivo explica su postura en las negociaciones comerciales y su presión sobre organismos internacionales como la OPEP.
En el corto plazo, sin embargo, la presión bajista sobre el mercado podría intensificarse. Para junio, la OPEP ha anunciado un incremento adicional de 411 mil barriles diarios. Solo un avance concreto en un nuevo pacto entre China y Estados Unidos podría revertir esta tendencia.
Análisis técnico
Desde el máximo anual del 15 de enero (81,72 USD) hasta el mínimo del 9 de abril (58,16 USD), los indicadores técnicos muestran una recuperación parcial. El Brent cotiza en una zona neutral, con el RSI en 56,96. Las resistencias clave están en los niveles de 67,16 USD, 69,94 USD y 72,72 USD por barril, mientras que los soportes se ubican en 63,72 USD y en el piso de 58,16 USD. Un rebote podría apuntar al nivel del 61,8% de Fibonacci, mientras que una recaída al mínimo de abril activaría las alarmas bajistas.