El contralor general de la República, César Aguilar, se pronunció públicamente sobre las recientes críticas por las contrataciones de Ana Claudia Ñáñez y César Florez, ambos funcionarios de confianza de su gestión. En declaraciones a la prensa, Aguilar defendió la idoneidad de los nombramientos y negó que se hayan cometido irregularidades.
Respecto al caso de Ñáñez, cuestionada por un reportaje que señala que triplicó su salario en pocos meses y carecía de los requisitos exigidos, el contralor fue enfático: “Si no cumpliera con los requisitos, no estaría trabajando en la Contraloría”. Además, arremetió contra algunos medios, acusándolos de ejercer un “libertinaje de prensa” y pidió mecanismos que eviten lo que consideró campañas infundadas.
También respondió por la designación de César Florez, exmilitante de Alianza para el Progreso (APP), como gerente de Relaciones Institucionales. Pese a las críticas sobre un posible conflicto de interés por sus vínculos con el partido liderado por César Acuña, Aguilar aseguró: “Yo no le debo nada a ningún político”. No obstante, evitó referirse a las denuncias por violencia familiar contra Florez, quien fue posteriormente reubicado dentro del organismo.
Durante su visita al asentamiento humano Huaycán, el contralor anunció el inicio de un nuevo modelo de control preventivo enfocado en obras públicas paralizadas, tras reconocer fallas en el sistema de control concurrente implementado en gestiones pasadas. “Vamos a enfocarnos en corregir fallas y fortalecer el control desde la raíz”, afirmó, comprometiéndose a evitar más proyectos abandonados o con deficiencias graves.