En el patio del Palacio de Carondelet, el nuevo presidente ecuatoriano Daniel Noboa saluda con cordialidad a sus pares e invitados internacionales. Las cámaras, sin embargo, capturan un gesto que se vuelve viral en segundos: la presidenta del Perú, Dina Boluarte, esquiva la mano extendida de Gustavo Petro, presidente de Colombia, y sigue su camino con la mirada al frente. Petro sonríe con incomodidad, y la escena –más que anecdótica– sintetiza el estado actual de las tensiones diplomáticas entre Bogotá y Lima.
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