Tras cinco días de paralización, los estudiantes de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) decidieron levantar la toma del campus, luego de alcanzar acuerdos con la Asamblea Universitaria. La medida de protesta fue iniciada en rechazo al nombramiento de Shirley Chilet como nueva rectora, en medio de un conflicto interno sobre la legitimidad de su designación.
Pese al levantamiento de la toma, el conflicto persiste. En rueda de prensa, Shirley Chilet defendió su nombramiento, avalado por Sunedu, y denunció presunta corrupción durante la gestión de Alfonso López Chau, incluyendo copamiento político de cargos y designaciones irregulares ligadas al partido Ahora Nación, en el que estaría implicado López Chau. Chilet solicitó a la Contraloría y a la Fiscalía investigar estos presuntos ilícitos.
Los estudiantes negaron la manipulación política, defendiendo la legitimidad de su protesta basada en un conocimiento profundo de los problemas universitarios. Los voceros estudiantiles anunciaron que seguirán supervisando el cumplimiento normativo y apoyando la candidatura alternativa de Héctor Talleri a rector.
Aunque la universidad reabrió y las actividades académicas se reanudaron, el ambiente sigue siendo tenso. La comunidad universitaria permanece dividida entre quienes apoyan a Chilet como rectora y quienes respaldan a Talleri, lo que augura que la situación aún no está resuelta.