Los mercados internacionales cerraron la semana con un sesgo positivo, a pesar de un contexto marcado por tensiones políticas y una rebaja en la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Moody’s.
En Estambul, el primer intento de diálogo entre Rusia y Ucrania en más de dos años fracasó al no superar el escollo de las exigencias rusas —que incluían la retirada ucraniana de las regiones parcialmente ocupadas de Donetsk, Lugansk, Zaporizhzhia y Kherson—, calificadas como “inaceptables” por Kiev. Sin embargo, se abre una mínima vía de entendimiento, con la propuesta de intercambiar mil prisioneros por lado y la posibilidad de nuevos encuentros.
En paralelo, el conflicto entre Israel y Palestina mantiene conversaciones en Doha sin resultados sustanciales hasta el momento.
Wall Street ignora a Moody’s
La agencia Moody’s degradó el viernes el rating a largo plazo de EE.UU. de Aaa a Aa1, aunque cambió su perspectiva de “negativa” a “estable”. Pese al anuncio, los índices bursátiles estadounidenses cerraron al alza: el S&P 500 subió 0,7%, el Nasdaq ganó 0,4% y el Dow Jones avanzó 331 puntos, recuperando pérdidas acumuladas en lo que va del año.
El impulso provino del alivio temporal en las tensiones comerciales con China, luego de que Washington y Pekín acordaran una tregua arancelaria de 90 días. Las tecnológicas brillaron en el balance semanal: Nvidia (+16%), Meta (+8%), Apple (+6%) y Microsoft (+3%).
El dólar toma fuerza
En el mercado cambiario, el dólar se fortaleció frente al euro, que cerró la semana en torno a 1,1135, tras no lograr consolidarse por encima de 1,1250. El apetito por el riesgo persiste, mientras los inversores ven con buenos ojos un posible enfriamiento gradual de la economía estadounidense, que permitiría a la Fed relajar su política monetaria.
El yen japonés también cedió terreno frente al dólar, aunque se consolida tras tres jornadas de caída. Las divisas oceánicas permanecen débiles a la espera de señales positivas desde China.
Baja confianza del consumidor en EE.UU.
El índice de sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan cayó a 50,8 en mayo, uno de los niveles más bajos desde que se tiene registro. Las expectativas de inflación a corto plazo aumentaron al 7,3%, su mayor nivel desde 1981, mientras que las de largo plazo subieron al 4,6%. El dato refleja el impacto de la incertidumbre geopolítica y comercial sobre el ánimo del consumidor estadounidense.
Europa y China: señales mixtas
La zona euro registró en marzo un superávit comercial histórico de 36.880 millones de euros, impulsado por la caída de las importaciones energéticas. Italia también cerró el mes con saldo positivo (3.657 millones), aunque por debajo de las expectativas. Sus exportaciones crecieron 5,8%, destacando los envíos a EE.UU. (+41,2%) y países de la OPEP (+25%).
En el caso italiano, el repunte de las importaciones (+7,6%) fue liderado por productos farmacéuticos provenientes de China (+62,5%).
La agenda de la semana
Los mercados esperan esta semana los índices PMI de manufactura y servicios en economías clave como Alemania, Francia, Reino Unido, India, Australia y Japón. En EE.UU., se aguardan nuevos pronunciamientos de la Fed, mientras que en Asia, la atención está en las decisiones de política monetaria del Banco Popular de China y del Banco de la Reserva de Australia.
Saverio Berlinzani, ActivTrades.
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