La presidenta Dina Boluarte llegó al distrito de Pataz, en La Libertad, luego del asesinato de 13 mineros vinculados a la empresa Poderosa. Sin embargo, su visita generó molestia entre autoridades locales, ya que no se reunió ni con el alcalde distrital ni con representantes de la población.
Segundo Armas, alcalde de Pataz, señaló que no fue invitado formalmente a ningún encuentro con la jefa de Estado, pese a haber sido contactado previamente para coordinar aspectos logísticos del aterrizaje de su comitiva. Afirmó que esperaba participar en las reuniones oficiales debido a la crisis de seguridad que vive la zona.
El burgomaestre detalló que solo tuvo un breve saludo con la presidenta en el aeródromo de Chagual y que la comitiva del Ejecutivo centró su atención en la minera Poderosa y las fuerzas del orden, dejando de lado a las autoridades locales y comunitarias, que buscaban exponer sus demandas.
La falta de diálogo entre el gobierno central y las autoridades de Pataz ha sido criticada, especialmente por el contexto de violencia generada por la minería ilegal en la región. El alcalde expresó su frustración al considerar que las medidas anunciadas no incluyen a quienes conocen de cerca la problemática.
Tras encabezar una reunión de alto nivel con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, Boluarte declaró que se combatirá con firmeza la minería ilegal y el crimen organizado en la zona. Acompañada por ministros y más de 1,100 efectivos desplegados en Pataz, la presidenta hizo un llamado a la unidad nacional y afirmó que “nadie se rinde” frente a la violencia. Además, sostuvo que el Perú genera confianza internacional gracias a sus decisiones políticas y pidió dejar atrás discursos de odio para priorizar la seguridad ciudadana.