Tras el asesinato de 13 mineros, el alcalde de Pataz, Aldo Carlos Mariño, criticó las medidas del Gobierno, como el toque de queda, por considerarlas ineficaces contra el crimen organizado. En declaraciones al programa Cuentas Claras, Mariño argumentó que el estado de emergencia y el toque de queda carecen de planificación y no constituyen una solución real para combatir a las bandas criminales.
Mariño también cuestionó el uso de la terminología “mineros ilegales” para describir a quienes, según él, cometen actos de secuestro, tortura y asesinato. “No se puede seguir denominando ‘mineros ilegales’ a quienes secuestran, torturan y asesinan”, manifestó el alcalde, subrayando la necesidad de un enfoque más serio y directo ante la creciente violencia en la región.
Mariño denunció no haber sido invitado a la reunión con la presidenta Boluarte tras la masacre. Tras llegar a Palacio de Gobierno a las 10 a.m. y ser atendido a las 2 p.m., se sintió “no escuchado”. En su encuentro con la mandataria, exigió una investigación exhaustiva y sin excepciones, incluyendo a todos los involucrados, desde autoridades locales hasta actores mineros, enfatizando: “Que se sospeche de todos, me incluyo”.
Finalmente, el alcalde denunció amenazas de muerte por parte de grupos terroristas en Pataz, pero reiteró su compromiso con la denuncia de los hechos. “No les tengo miedo y voy a seguir levantando mi voz. El único responsable será el gobierno central”, concluyó, señalando al Ejecutivo como principal responsable de la falta de respuesta ante la violencia en su provincia.