En la urbanización La Floresta, en San Martín de Porres, varios vecinos aseguran estar pagando un sol diario a personas que se presentan como encargados de brindarles “seguridad”. A cambio, estos colocan un sticker en las fachadas de las viviendas como señal de que el servicio ha sido aceptado. La situación ha generado preocupación entre los residentes, quienes consideran esta práctica como una forma de presión en medio de una creciente ola de inseguridad.
Algunos vecinos indican que no se sienten directamente amenazados, pero reconocen que acceden al pago debido al temor por los constantes robos en la zona. “No me siento presionado, pero hay robos constantes”, comentó un residente. Otros, en cambio, consideran que el cobro no es obligatorio, aunque las visitas insistentes de quienes ofrecen el servicio los hacen ceder.
Según los testimonios, estas personas tocan las puertas con frecuencia y advierten sobre los peligros que corren quienes no colaboren. “Nos dicen que si no pagamos, podrían dejarnos fuera del control de seguridad”, denunció una vecina. Los stickers se han convertido en un símbolo visible de quienes han accedido al cobro, generando aún más división y desconfianza en el vecindario.
Pese a que la situación ha sido reportada a la municipalidad y al serenazgo del distrito, los vecinos aseguran no haber recibido respuesta efectiva. Reclaman una mayor intervención de las autoridades para frenar lo que consideran un sistema paralelo de seguridad que opera sin regulación ni garantías.