Este 2025 marca el inicio de un proyecto largamente esperado: la construcción de la nueva sede del Archivo General de la Nación (AGN), ubicada en el distrito de Pueblo Libre. La inversión inicial de 50 millones de soles será parte de una obra que, se estima, demandará un total de 435 millones de soles y más de tres años de trabajos.
El nuevo edificio del AGN tendrá como principal función el resguardo de la memoria histórica del país. Su repositorio podrá almacenar los cerca de 40 kilómetros lineales de documentos que conserva la institución, muchos de los cuales representan la historia política, social y cultural del Perú. Además, el proyecto contará con un anfiteatro, un auditorio, un salón de usos múltiples, oficinas y un área de investigación, lo que ampliará considerablemente los espacios destinados a la conservación y el acceso público al patrimonio documental.
La construcción se llevará a cabo en el terreno que actualmente ocupa la Dirección de Archivo Intermedio, en la calle Isla Hawaii. Con un plazo estimado de más de tres años para su culminación, el proyecto se convierte en uno de los más ambiciosos de la gestión pública cultural, con implicaciones tanto para la preservación del patrimonio como para el acceso ciudadano al conocimiento histórico.
El Ministerio de Cultura, que ha venido impulsando diversas iniciativas culturales en todo el país, también destinará 140 millones de soles en 2025 para la creación de espacios y la mejora de servicios culturales. Entre los proyectos más destacados se encuentran el Parque Cultural Bicentenario de Junín, el Museo de Pueblo Libre, y el Museo Nacional de Sicán en Lambayeque. Sin embargo, la nueva sede del AGN se presenta como el eje central de un esfuerzo por fortalecer la infraestructura cultural del país.
A pesar del optimismo que genera la creación de estos nuevos espacios, surgen interrogantes sobre la eficacia de las políticas de conservación a largo plazo. El AGN, si bien ha avanzado en su labor de resguardar documentos históricos, enfrenta retos logísticos y financieros que podrían retrasar la plena materialización de este ambicioso proyecto.
Si bien la construcción del AGN refleja una voluntad de modernizar y fortalecer la infraestructura cultural, la pregunta clave será si el país está preparado para acompañar este tipo de proyectos con políticas públicas que realmente aseguren la conservación y el acceso adecuado al patrimonio cultural. El tiempo dirá si esta obra será un verdadero avance para la memoria colectiva del Perú.