La depresión es un trastorno de salud mental, con una variedad de síntomas del estado de ánimo, cognitivos, conductuales y neurovegetativos, sobre el cual se han construido falsas creencias que no guardan relación con la evidencia científica y han aumentado el estigma y los prejuicios sobre las personas que la padecen.
Según la médico psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), Kelly Castro, muchos de estos mitos surgen al confundir los conceptos de tristeza y depresión.
“Es importante comprender que mientras la tristeza es una emoción natural y pasajera que se experimenta al vivir situaciones penosas como pérdidas, la depresión es un trastorno del estado de ánimo que tiene como síntoma principal la tristeza prolongada, acompañada de otros síntomas como la pérdida de interés por las cosas, baja energía y vitalidad, alteraciones del sueño y del apetito, entre otros”, explicó la especialista.
La depresión no es un signo de debilidad sino una afectación de la salud que se puede desarrollar por diversos factores (biológicos, mentales y sociales) y afecta la funcionalidad de la persona.
La especialista explicó también que la depresión no se puede superar “con voluntad”, pues esta también se encuentra afectada, siendo un trastorno que generalmente requiere tratamiento profesional, que incluye sesiones de terapia, cambios en el estilo de vida y en algunos casos medicación.
La directora de Salud Mental del Minsa July Caballero Peralta, manifestó que, en el Perú, durante el 2024, en los establecimientos de salud del Ministerio de Salud (Minsa) se atendieron 256 563 casos de depresión, correspondiendo a adolescentes un 12,68 %, jóvenes un 26,79 %, adultos un 41,11 % y adultos mayores 17,59 %.
DEPRESIÓN EN NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
Caballero Peralta señaló que la depresión también puede afectar a niñas y niños, manifestándose a través de distintos síntomas como cambios de humor, irritabilidad, problemas para dormir y comer, bajo rendimiento escolar, aislamiento, entre otros.
“Además, durante la adolescencia, al ser una etapa de cambios, las situaciones estresantes cotidianas pueden generar de forma natural cierta irritabilidad. Sin embargo, si persiste con el paso de los días y se acompaña de otros síntomas, como tristeza prolongada, aislamiento, problemas del sueño y apetito u otros, es posible que se trate de un cuadro depresivo” mencionó.
La funcionaria refirió que para mejorar la salud mental se recomienda proveer a niñas, niños y adolescentes un estilo de vida saludable con un entorno familiar armónico y funcional, una dieta balanceada y nutritiva, cuidar el horario para dormir y comer, realizar actividad física con regularidad, fortalecer la comunicación y confianza entre padres e hijos y mantener vínculos familiares y sociales saludables.