En la región Ucayali, el caserío Huacamayo, en el distrito de Huipoca, se ha convertido en un ejemplo de innovación agrícola y desarrollo sostenible gracias a Edgar Cipriano, presidente de la Asociación de Piñeros Industriales de la Provincia de Padre Abad (Apippa). Su liderazgo ha permitido que el cultivo de la piña golden transforme las vidas de las familias agricultoras, abriendo un camino de prosperidad y desarrollo para la provincia.
Cultivo rentable y sostenible
Los inicios de la producción de piña en la provincia se centraban en la variedad Cayena. Sin embargo, desde 2013, los agricultores, liderados por Cipriano, optaron por la piña Golden tipo Costa Rica M2, reconocida por su dulzura y calidad. Esta variedad, que se cosecha de 10 a 12 meses, ha demostrado ser rentable.
“De una hectárea cosechamos hasta 3400 jabas, cada una vendida a S/30, lo que genera ingresos de hasta S/100 000 por hectárea”, afirmó Cipriano, resaltando las bondades económicas del cultivo.
El cambio hacia la producción de piña no solo trajo estabilidad económica, sino también un giro completo en el estilo de vida de las familias agricultoras. Cipriano encontró en este cultivo una alternativa sostenible frente al cultivo de la hoja de coca.
“Con la piña trabajo con mi familia y hemos logrado muchas satisfacciones. Ahora contamos con un punto de venta en Huacamayo, al margen de la carretera Federico Basadre, que nos ha permitido mejorar nuestra calidad de vida”, destacó.
Gracias a los frutos del cultivo de piña, Cipriano ha asegurado la educación superior para sus hijos, quienes se forman en carreras como Administración de Empresas, Ingeniería Agrónoma y Derecho, marcando un legado de progreso para las nuevas generaciones.
Inauguración de una planta procesadora
El próximo mes, Apippa dará un paso en su consolidación como referente agrícola con la inauguración de una moderna planta de procesamiento de derivados de piña. Este proyecto, financiado por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y ejecutado por el Gobierno Regional de Ucayali, permitirá la producción de mermelada, néctar, licor y almíbar, generando valor agregado a la producción local.
Actualmente, los 35 socios de la asociación cultivan 25 hectáreas de piña, y proyectan ampliar la extensión en un 30 % a 40 % para 2025, con miras a conquistar nuevos mercados. “Hemos trabajado mucho, hemos dejado el cultivo de hoja de coca y ahora nuestros socios disfrutamos de una vida más digna, con títulos de propiedad de sus chacras y casas de material noble”, subrayó Cipriano.
Visión de futuro
Con determinación y esfuerzo, Edgar Cipriano y Apippa sueñan con posicionar los derivados de piña en el mercado nacional e internacional. “Nuestro objetivo es comercializar nuestros productos a otros mercados. Estamos convencidos de que lo lograremos, mostrando el verdadero potencial de la agricultura diversificada”, concluyó Cipriano.