Salvatore ‘Toto’ Schillaci, la estrella italiana del Mundial de 1990, falleció a los 59 años tras una larga batalla contra el cáncer de colon. Schillaci se convirtió en un ícono del fútbol durante el Mundial de Italia 1990, donde anotó seis goles y fue galardonado con la Bota de Oro como máximo goleador del torneo. Aquel torneo marcó un momento inolvidable para los aficionados de su país, con la imagen de Schillaci celebrando sus goles con una emoción efusiva, símbolo de las “noches mágicas” de Italia ’90.
Antes de su momento de gloria en el Mundial, Schillaci había tenido una carrera destacada en clubes como Juventus e Inter de Milán, donde ganó la Coppa Italia y la UEFA Cup en la temporada 1989-90. Sin embargo, fue su actuación en el Mundial la que le aseguró un lugar en la historia del fútbol, llevando a Italia a las semifinales y logrando el tercer lugar tras vencer a Inglaterra. Su actuación le valió también el segundo lugar en la votación del Balón de Oro ese año.
La noticia de su muerte fue confirmada por el Inter de Milán y rápidamente generó numerosas reacciones. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, describió a Schillaci como un “icono del fútbol” y agradeció las emociones y sueños que generó en la nación. La Federación Italiana de Fútbol también le rindió homenaje, recordando su espíritu y entrega por el deporte.