Entender que el ciudadano tiene la obligación y responsabilidad de reciclar no es una tarea fácil; pero el reto es aún más grande cuando no tenemos recicladores formalizados y menos cuando no hay capacidad logística de las municipalidades distritales para atender este problema. Actualmente, se producen más de 21 000 toneladas de residuos sólidos cada día, según el Ministerio del Ambiente (Minam). De esta cifra, solo se recicla el 1,8 %.
“En nuestras manos está escoger botar las cosas a la basura o reciclar. Ese sistema de conciencia no hay en su totalidad. Esa obligación que el ciudadano debe tener la obligación de reciclar, no la hay”, afirma Fiorella Danjoy Acosta, directora Regional de la ONG Recicla Latam.
Reciclaje paralelo
Hay dos formas de reciclaje, el primero es el formal que es la recolección de los residuos a través del programa de segregación de las fuentes, el cual se ejecuta a través de las municipalidades. Y el informal que los trabajadores abren las bolsas en las calles y recolectan el material.
“El reciclaje formal te dice que nosotros estamos en un 1.8 %, mientras que el reciclaje informal es una tasa muchísimo más alta, que termina, termina entrando a las clases transformadoras formales, pero en una instancia, en una instancia un poco más lejana”, afirma Danjoy.