Sabemos que hoy, la mayoría de las personas, sobre todo las nuevas generaciones, no se informan leyendo diarios ni viendo noticieros, sino a través de TikTok, Facebook, Instagram y plataformas de streaming, de las cuales muy pocas ofrecen algo que pueda tener credibilidad (La Encerrona es una de la pocas excepciones). No es un fenómeno que ocurra solamente en nuetro país, es la tendencia mundial, la gente cree lo que lee en las redes sociales y, lo peor, es que algunas publicaciones las replican, sin verificar la información. Es un círculo vicioso que solo lleva a la desinformación.
Por ejemplo, ahora que las elecciones en EE.UU. se han empezado a calentar con la decisión de Biden de dar un paso al costado, revivieron un bulo absolutamente absurdo (como la mayoría de noticias falsas) que decía que Michelle Obama era transgénero y que la difunta comediante Joan Rivers fue asesinada por decirlo.
¿De dónde salió semejante ‘noticia’? Una publicación en Facebook del 15 de junio de 2020, todavía circulando, aparece con la siguiente afirmación: “Tenemos a la comediante Joan Rivers que dijo públicamente que Michelle Obama era un transexual y sospechosamente fue hallada muerta semanas después”. El subtítulo agrega que “la asesinaron”.
Este tipo de publicaciones fueron marcadas por Meta para combatir las llamadas fake news y la desinformación en su plataforma, que incluye Facebook, Instagram y WhatsApp, sin embargo, cuatro años después, mucha gente sigue pensando que fue una gran revelación, aunque no exista ningún argumento que pruebe esa teoría y pese a que la propia aludida publicó en sus redes sus fotos de niña y adolescente.
Y es que el mundo de la Internet es una jungla. Los que están allí hacen lo que les da la gana y hablan lo que se les ocurre sin la menor responsabilidad, porque todavía no existen leyes que regulen sus contenidos. Así que mientras la televisión (y también el cine y el teatro), avanza hacia un mundo civilizado, en el que ya no se pueden burlar de un discapacitado o insultar a una persona homosexual, a los ‘conductores’ de ‘programas’ de Internet les importa un pepino y son más vulgares que lo que era la televisión hace 30, 40 o 50 años.
El argumento que usan en los contenidos, digamos de entretenimiento, para hacerlo, es justamente el que usaban los productores de televisión hace décadas: “la gente nos ve”, “tenemos millones de vistas”, “es lo que al público le gusta”. En realidad es muy difícil medir las cantidades, porque mil vistas pueden ser de la misma persona, pero esa es otra historia. El hecho es que, no solo hemos retrocedido, sino que estamos en un callejón sin salida, porque el peligro de la Internet es que está a un clic de distancia y al alcance de grandes y chicos.
¿Y quienes son ‘estrellas’ de esa nueva farándula o como quieran llamarla? Pues comediantes que no son comediantes o personajes como Lis Padilla, la tiktokera de San Martín que se ha hecho famosa con una ‘coreografía’ del tema Son de amores, que se volvió tendencia, incluso internacionalmente y que ahora cobra mil soles por cada entrevista que da para la televisión.
No voy a caer en un linchamiento mediático a Lis, ni a reclamar por qué le dan pantalla a ella y no a artistas de verdad, por ejemplo. Pero que ella sea, en este momento, uno de los personajes más conocidos del Perú en el mundo, nos puede hacer reflexionar un poquito sobre lo que somos como país, porque de que nos representa ¡claro que nos representa!