La Unión Europea adoptó la primera ley del planeta sobre inteligencia artificial, con lo que marca la pauta en la regulación de un área fundamental. Hablamos de un ambicioso reglamento centrado en los sistemas que usan esta tecnología y los posibles riesgos que afrontan.
Como se describe en su página web, es “el primer reglamento exhaustivo sobre IA de un regulador importante en cualquier lugar”. Esta Ley clasifica las aplicaciones de IA en tres categorías de riesgo: Para empezar, se prohíben las aplicaciones y sistemas que supongan lo que se define como un riesgo inaceptable. Entre ellos se encuentran como los sistemas de puntuación social gestionados por los gobiernos, como los que se utilizan en China.
En segundo lugar están las aplicaciones de alto riesgo, como por ejemplo una herramienta de escaneo de CV que clasifica a los solicitantes de empleo, y están sujetas a requisitos legales específicos. Para terminar, están las aplicaciones que no están explícitamente prohibidas o catalogadas como de alto riesgo, las mismas que quedan en gran medida sin regular.