Wanamei: El proyecto de conservación en la Amazonía que tras 14 años está cerca de ser realidad

Caretas en alianza con INFOREGIÓN | Se trata del primer proyecto RIA, cuya generación de créditos de carbono tendrá un impacto directo en beneficio de las comunidades indígenas. ¿Qué destaca de esta iniciativa y por qué podría ser un referente?

por Edgar Mandujano

Cuando al pueblo harakbut se le consultó en 2010 cómo podía llamarse un nuevo proyecto de conservación forestal en la Reserva Comunal Amarakaeri, en Madre de Dios, la decisión colectiva fue casi unánime: Wanamei. Se trata de una estrategia climática indígena que busca la conservación de los bosques y la reducción de emisiones por deforestación y degradación.

En aquel momento, el proyecto se tornaba lejano y hasta había cierto clima de desconfianza. Experiencias previas de generación de ingresos por conservación de la Amazonía, a través de la venta de créditos de carbono, no habían tenido un impacto positivo a favor de los pueblos indígenas y comunidades locales.

Pero los Harakbut, los Yine y los Matsigenka vieron en Wanamei una propuesta distinta para sus territorios ancestrales, desde su propia cosmovisión. Un proyecto RIA (REDD+ Indígena Amazónico) con enfoque de contrato de administración indígena, que al convertirlos en socios, garantiza la participación efectiva de los pueblos indígenas en todas las etapas del proceso.

Para las diez comunidades nativas de Madre de Dios, el proyecto representa una oportunidad que, luego de 14 años, está próxima a hacerse realidad. El nombre que eligieron, Wanamei, significa ‘árbol de la vida’ y proviene de una leyenda de la mitología Harakbut sobre un árbol que provee alimento y socorro a la población indígena tras un devastador incendio forestal y un diluvio.

Amarakaeri: Una reserva en riesgo

Como se sabe, el esquema de REDD+ (Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación) consiste en vender créditos de carbono generados por la conservación de la Amazonía, un mecanismo que permite compensar las emisiones por gases de efecto invernadero.

Los proyectos de REDD+ con lineamientos RIA son la adecuación de este mecanismo a la cosmovisión de los pueblos indígenas y a sus prioridades de desarrollo. RIA en las reservas comunales tiene un enfoque de contratos de administración indígena, pues dichas reservas son co-gestionadas por el Estado, a través del Sernanp, y los Ejecutores del Contrato de Administración (ECA).

En Perú existen 10 reservas comunales administradas por 10 ECA, que representan a casi 200 comunidades donde viven 20 pueblos indígenas. Una es la Reserva Comunal Amarakaeri, con una superficie de más de 402 mil hectáreas. Esta enfrenta diversas amenazas originadas por la deforestación, en particular en su zona de amortiguamiento, donde habitan 10 comunidades nativas socias: 8 del pueblo Harakbut, 1 del pueblo Yine y 1 Matsiguenka.

Las amenazas provienen de la minería ilegal, el narcotráfico, las pistas de aterrizaje clandestinas y la construcción no planificada de nuevas carreteras. Estas actividades generaron la pérdida de casi 20 mil hectáreas de bosque entre los años 2001 y 2023 en la zona de amortiguamiento de la reserva, según datos del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina.

Esta situación pone en grave riesgo no solo a los pueblos indígenas, sino también a especies de mamíferos grandes, aves, reptiles, anfibios e insectos. La Reserva Comunal Amarakaeri es, además, una fuente de agua, afluente del río Madre de Dios, el cual abastece a la ciudad de Puerto Maldonado.

Wanamei: cinco pilares

Walter Quertehuari, presidente del ECA Amarakaeri, explica que el proyecto Wanamei forma parte de una estrategia de sostenibilidad financiera que busca “poner en valor varios servicios ecosistémicos, incluidos los conocimientos y saberes ancestrales”.

El esquema de RIA tiene cinco pilares: vigilancia y monitoreo comunitario, economía indígena, gobernanza y sostenibilidad financiera, la recuperación de los conocimientos ancestrales y los defensores ambientales y la territorialidad.

Desde 2016, el ECA Amarakaeri está facultado a comercializar los servicios ecosistémicos de la reserva. Por ello, las comunidades han venido formulando planes de negocios en el marco de la economía indígena, a través de actividades económicas como el cultivo de plátano de seda, cacao nativo y el aprovechamiento sostenible de castaña bajo un sistema agroforestal.

Según Quertehuari, se implementará módulos de aprendizaje para fortalecer las capacidades y técnicas de producción de alimentos orgánicos para una futura comercialización a través de la empresa Numberi SAC, brazo comercial del ECA Amarakaeri. De modo complementario, se genera créditos de carbono como una forma de obtener retribuciones económicas.

“Lo que tenemos que valorar es que no es posible conservar los bosques sin la participación y el liderazgo de los pueblos indígenas y las comunidades locales”, afirma Walter Quertehuari, miembro del pueblo Harakbut (Wachiperi), en diálogo con Inforegión.

Solo con empresas responsables

Para el proyecto Wanamei el ECA Amarakaeri tiene como socios a la Asociación Nacional de Ejecutores de Contrato de Administración (Anecap), a Conservación Internacional (CI) y, como apoyo en la implementación técnica, a la ONG Desarrollo Rural Sustentable (DRIS).

El proyecto ha demandado una pre-inversión de USD 3.5 millones, gracias a la cooperación internacional. Cuatros son los resultados que se busca: elaboración de documentos base para la implementación del proyecto, fortalecimiento de la vigilancia comunal, consolidación del modelo de gobernanza de cogestión y promoción de la economía indígena.

Fermín Chimatani, presidente de Anecap, señala tres principios de los proyectos RIA. Uno, el líder del ECA Amarakaeri tendrá contacto directo con las empresas que comercializarán los créditos de carbono. Dos, se invertirá los fondos en los planes de vida de las comunidades, el Plan Maestro de la Reserva Comunal Amarakaeri y otros instrumentos de gestión del área. Y tres, solo se venderá créditos de carbono a empresas ambientalmente responsables.

“Debemos tener cuidado con quellas empresas que tengan antecedentes de violación de derechos o que quieran lavar su cara cuando, por otro lado, están contaminando o deforestando, esas empresas no pueden ser admitidas”, asegura el titular de ANECAP, organización indígena representativa de la Amazonía.

Chimatani prevé que este año pueda estar listo el expediente técnico del proyecto Wanamei, el primero con lineamientos RIA en el Perú. “Wanamei es un proyecto referente. Es una condición habilitante la participación del ECA Amarakaeri en el proceso de venta de carbono: se tiene que preparar el documento que va a resumir cuántos bonos de carbono se negociará y otros detalles técnicos requeridos por el estándar Verra”, dice a Inforegión.

«Hemos apostado primero por los procesos nacionales, regionales y locales, para articularlos a este proyecto. Hay que tener en cuenta la variable de interculturalidad para las decisiones colectivas. Nos ha tomado todo este tiempo el fortalecimiento de capacidades y la construcción de una gobernanza territorial sólida, para evitar y controlar cualquier riesgo de violación de derechos de los pueblos indígenas. Hemos querido caminar lento, pero seguro», afirma Chimatani.

Otros proyectos RIA en curso

Así como en Amarakaeri, Anecap viene realizando estudios en otras reservas comunales con potencial para proyectos RIA, como Matsiguenka (Cusco) y Yanesha (Pasco). Por otro lado, en las reservas con alta cobertura vegetal y baja deforestación se prevé desarrollar iniciativas distintas, según indica Renato Ríos, director de la ONG DRIS.

“Las organizaciones indígenas están desarrollando una propuesta innovadora: REDD+ Jurisdiccional Indígena para las zonas donde existen amenazas permanentes pero que en la actualidad no tienen retribución y que tradicionalmente no podían participar en los mercados de carbono. Ahí se está preparando las condiciones habilitantes”, sostiene Ríos.

¿Cuál es el siguiente paso? En este momento, los proyectos RIA requieren que el Ministerio del Ambiente (Minam) defina aspectos como el mapa de deforestación y nivel de referencia de emisiones forestales.

Consultado al respecto, el Minam señaló que “próximamente” aprobará las disposiciones para el funcionamiento del Registro Nacional de Medidas de Mitigación (RENAMI), una herramienta que permitirá monitorear y transparentar la información sobre la reducción de emisiones. Sin embargo, no precisó una fecha.

El ministerio reconoce al REDD+ Indígena Amazónico (RIA) como una “iniciativa de alto impacto” que busca poner en marcha los planes de vida de las comunidades nativas y generar actividades económicas sostenibles en beneficio de los pueblos indígenas, así como destacar el valor cultural de la conservación de los bosques.

En recientes investigaciones en la Amazonía, se demostró que las tasas de deforestación en los territorios indígenas en posesión segura son un 50 % más bajas que en zonas situadas fuera de ellos. Con actividades de asignación de créditos se buscará garantizar una participación eficaz de los pueblos indígenas, y brindarles una distribución equitativa de los ingresos y beneficios.

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