A pesar de las controversias diplomáticos y políticas registradas entre sus mandatarios, así como polémicas en torno a empresas españolas, España incrementó en 21.4% sus exportaciones a México.
Como lo revelo el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo español, “las exportaciones alcanzaron cifras récord del mes para algunos destinos extracomunitarios de importancia como Turquía, México o la India y, dentro de la Unión Europea, en Rumanía, Grecia y Letonia”.
En el caso de México se dieron las mayores ventas de automóviles y motos, mientras que con menor ritmo las exportaciones de maquinaria y aceites esenciales y perfumados.
En el período enero-marzo de 2024, México compró 1,490.8 millones de euros en productos españoles. En el mismo trimestre de 2023 la cifra fue de 1,228 millones de euros. En contraste, en el primer trimestre de 2020, justo antes de las cuarentenas, la cifra fue de 948 millones de euros.
En el mismo período de este año, las exportaciones españolas de bienes alcanzaron los 93 mil 430 millones de euros. Se trata del segundo mayor valor de la serie histórica para este periodo, como lo señala el Informe Mensual de Comercio Exterior de la Secretaría de Estado de Comercio.
“Eliminando el efecto base y calendario, las exportaciones descienden ligeramente en el primer trimestre de 2024 un 3,6% interanual”, añade el informe. Las exportaciones de productos energéticos se redujeron con mayor intensidad, en 28.2% interanual, y las de productos no energéticos descendieron un 7.2%.
Esa caída se ve reflejada especialmente en países como Alemania, Francia, Italia, la Unión Europea, la Zona Euro y Reino Unido.
La desaceleración de las exportaciones ha sido uno de los puntos débiles de la economía española en los meses recientes, sostiene Pedro Álvarez Ondina, economista de la CaixaBank Research.
La industria manufacturera es particularmente dependiente de las ventas al exterior y centraliza el deterioro de las exportaciones de bienes.
“El enfriamiento de los principales socios comerciales europeos ha supuesto un lastre adicional para los sectores más dependientes de las exportaciones a Europa, entre las que destacan las del sector primario, la industria maderera y la fabricación de maquinaria”, comenta el especialista.
“Después de la crisis se observa una mayor proporción de empresas que se ven involucradas en el comercio internacional, diversificado sus exportaciones a destinos más distantes fuera de la Unión Europea”, añade Manuel Hidalgo Pérez, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Pablo de Olavide e integrante del Consejo Científico del Real Instituto Elcano.
Las empresas que eran exportaban con anterioridad a la crisis fueron más resilientes durante la recesión que aquellas que se limitaban al mercado doméstico, compara Hidalgo.
El economista concluye que las exportaciones pueden ser especialmente beneficiosas durante una recesión interna.