Como consecuencia del historial de gestión fiscal prudente, el país ha reducido la exposición de la deuda pública a riesgos de tipo de cambio, tasa de interés y de refinanciamiento. Ello, mediante una estrategia de gestión activa de la deuda pública que prioriza el endeudamiento en moneda local, a tasa fija y a plazos que no generan presiones significativas sobre las necesidades de financiamiento.
Esta estrategia comprende también la buena práctica de realizar operaciones de administración de deuda (OAD) que optimicen la estructura de la deuda pública.
Así, el porcentaje de la deuda total a tasa fija aumentó de 33% en 2000 a 85,0% en 2023; el porcentaje de la deuda total en moneda local aumentó de 6% en 2000 a 49,4% en 2023; y, la vida media de la deuda pública aumentó de 8 años en 2000 a cerca de 12,1 años en 2023.