En los muelles de la memoria, donde las olas del tiempo chocan y se despliegan en susurros, una melodía resuena como eco de un pasado rebosante de pasión y compromiso. Este 9 de junio, Lima abrirá sus brazos para recibir de nuevo a un hijo pródigo de la canción latinoamericana, Piero, quien regresa con su inconfundible voz y su guitarra como aliadas para tejer una experiencia única en el Gran Teatro Nacional.
Bajo el nombre evocador de ‘Mi querido Viejo’, este espectáculo promete ser un paseo nostálgico por los senderos de la vida, donde cada acorde es un recuerdo que se alza como un faro en la oscuridad del olvido. Será un diálogo entre el artista y su público, donde las notas son palabras que narran historias de amor, de lucha y de esperanza.
Piero, ese trovador de múltiples nacionalidades y corazón sin fronteras, ha sido testigo y protagonista de seis décadas de música que han resonado en el alma de generaciones enteras. Desde las calles de Italia hasta los escenarios del mundo, su voz ha sido el eco de la sensibilidad y la rebeldía, marcando un rumbo que trasciende lo efímero para anclarse en lo eterno.
Temas como ‘Si Vos te Vas’, ‘No te Vayas por Favor’ o ‘Mi Viejo’ son más que canciones; son cápsulas de tiempo que nos transportan a momentos donde la música era más que un entretenimiento, era un bálsamo para el alma en tiempos turbulentos. Cada acorde, cada estrofa, es un testimonio vivo de la capacidad humana de transformar el dolor en arte y la esperanza en melodía.
Pero Piero no es solo un cantautor, es también un mensajero de paz en un mundo convulso. Como Embajador de Paz de Buena Voluntad en Colombia, ha llevado su música como bandera a los rincones más recónditos, sembrando semillas de esperanza en terrenos baldíos de desolación. Sus letras son puentes que conectan corazones y sus conciertos son oasis de armonía en medio del caos.
La empresa Festiautor ha desplegado el telón para esta experiencia única, y las entradas ya están a la venta en Teleticket. Es una oportunidad para celebrar el Día del Padre en compañía de un maestro de la canción, un trovador que ha dedicado su vida a regalarnos sonrisas y lágrimas convertidas en música.