San Sebastián: La fe en el “Chapakito” del Cusco

por Edgar Mandujano

CARETAS llegó hasta San Sebastián para una crónica llena de fe, cultura, tradición y buena comida, donde la gente acude para venerar a su Santo Patrón, el llamado santo más joven de la ciudad del Cusco.

AVANCEN HERMANOS, EL PATRÓN AVANZA

Son las diez de la mañana en San Sebastián y el color de los trajes de las diversas comparsas que bailan en honor a este santo religioso llenan de color la plaza de este distrito cusqueño, el olor del Chiriuchu (plato frío) invade y llama a consumirlo por parte de la multitud asistente quienes mezclan ese sabor con una cerveza fría para matizar la mañana de fiesta en esta jurisdicción.

Es entonces que llegan las doce del mediodía y las puertas del templo religioso se abren para que todos los fieles vean la salida en andas de este santo que es muy venerado por los llamados “champas”, quienes con mucha fe acompañan a esta multitudinaria procesión.  Los cargadores, si aquellos que lo hacen con mucho sacrificio detienen en el atrio de la iglesia la imagen para preparar todo lo concerniente a su anda, los soportes y las cuerdas que serán parte de los postes que darán firmeza a la sagrada imagen.

El trabajo dura treinta minutos, tiempo en el cual los nudos hechos por los cargadores quienes son guiados por un “guiador” tienen que tener la seguridad que, al llevar a San Sebastián, este no sufra ningún percance y menos exista la dificultad al momento de cargarlo.

Ramón Quispe (*) un antiguo cargador de la panaca inca de sucso auccalle nos cuenta que las cuerdas dan seguridad y les permiten tener control fijo sobre el anda ya que la vehemencia con la que se lleva muchas veces asusta a las personas durante la procesión además por su “chapakito” como lo llama con cariño es muy inquieto. “Mi chapakito es muy inquieto y cuando sale quiere correr, le tengo mucha fe y, pero también tengo que tenerlo bien controlado porque sino sale empujando a la gente (sonríe) “. nos cuenta Quispe

Es entonces que a su paso por las calles del distrito sebastiano, el Santo Patrón recibe cariño, le arrojan flores desde los balcones de las casas, el toque de la banda patronal ameniza el paso con tonadas de Ben Hur (película fija de semana santa) para recordar que él fue un capitán romano que por defender su fe católica fue ejecutado por orden del emperador Maximino.

Cuando vamos avanzando hasta donde están los mayordomos principales de la festividad, Olga Cusi Mayta prioste mayor del 2024 nos demuestra su fe con dos detalles que nos llaman la atención:  un detente hecho con finos bordados y piedrecillas que rodean al Santo Patrón San Sebastián y una vela verde, Cusi Mayta nos explica el porque de ambas, contándonos que la lucerna verde significa esperanza y naturaleza, respecto al bordado ella dice que corresponde a su fe y que la riqueza en el acabado de este  es por todo el amor que le tiene .

“Cada año vengo a acompañarlo en el día de su cumpleaños y este año que nos tocó hacer el cargo mayor quise honrarlo con estos detalles que para mí significan mucho”. nos dice Olga Cusi Mayta.

Seguimos caminando por las calles por donde recorre esta sagrada imagen y nos vamos encontrando con otra parte de la festividad, esa que le da el color y una parte de la tradición: las comparsas de danzas típicas cusqueñas, siendo la primera la de los Qhapac Qolla (los llamados arrieros) quienes con un canto típico en quechua por la vía por donde caminan son los más esperados, ellos hacen bromas que causan las risas de todos, ocurrencias que son del agrado de todos. Cuando de pronto escucho una frase que llama la atención. “Con fe, hermanos”, es Cesar Turner Martiarena quien nos cuenta que bailar para esta comparsa es sinónimo de fe. “Bailo porque me llena de fe al Patrón San Sebastián”. Nos dice.

A lo largo del camino que lleva la procesión, las comparsas llenan de colores la avenida Cusco, danzas de trajes muy coloridos, coreografías que denotan que la capital cusqueña es el epicentro de una riqueza rica en costumbres y tradiciones.

Al paso del anda del santo religioso, los cargadores lucen pantalones negros, camisas blancas y celestes y cargan sobre sus espaldas mantas para soportar el peso de la imagen, además de lo ya conocido: caminar con pies descalzos, esto último denota la fe de los feligreses de San Sebastián quienes ven a los cargueros como hombres que infunden la devoción.  

Durante la larga caminata, un cargador sobresale entre los demás, es Héctor Salazar un hombre cerca a los 75 años quien en una muestra de fe lleva en sus hombros la parte frontal de la imagen y en sus fuertes manos las cuerdas que el las sostiene con mucha firmeza, el nos dice con mucha devoción que llevará en sus hombros a San Sebastián hasta el día en que se vaya de este mundo.

“He perdido la cuenta de cuantos años llevo cargando al Patrón Sebastián, lo que si es que lo seguiré llevando hasta el día en que ya no esté en este mundo “dice en medio de un sollozo de alegría que lo alienta a seguir caminando en la procesión.

Galería de fotos

Fotos: Luis Castillo.

LA SANTA MUERTE, EL RECUERDO DE LOS QUE YA NO ESTAN

Amanece y es momento de ir al cementerio de la localidad , los ruidos de las diversas bandas patronales de música empiezan a darle otro sentido a la festividad  , las  diversidad agrupaciones de danzas van llegando al campo santo para visitar a sus seres queridos que en su mayoría en vida bailaron para el santo religioso, el cementerio se llena  y hay olor a cerveza dentro , fotógrafos que buscan inmortalizar estos momentos por la módica suma de  cinco nuevos soles , venta de comida a las afueras  , los cuales le dan otro color al segundo día de la fiesta.

Es entonces que nos volvimos a encontrar con Cesar Turner Martiarena quien esta vez con los miembros de su comparsa Qhapac Qolla, están delante de la tumba donde tres de sus familiares están enterrados, el luce emocionado porque esta cerca de su madre, si de mamá Aurelia, a quien él considera como su ángel en la tierra y que a pesar de que ya no esta con ellos de forma presencial, él está feliz porque hoy su adorada madre ha intercedido para que San Sebastián le diera la bendición de ser capitán (*)(ascenso en la comparsa como uno de los líderes de esta), “estoy muy feliz , mi madre que es todo para mí sé que ha mediado con mí Patrón San Sebastián  para darme esta bendición, gracias mamá , gracias…” nos  dice emocionado Cesar quien se abraza con sus hermanos de la agrupación.

Hay un ambiente de alegría y mucho baile en todo el campo santo, la diversidad de colores es importante porque nos da una visión de la riqueza cultural de esta tradición cusqueña y lo mucho que respetan a sus fallecidos quienes son recordados con huaynos, cerveza, comida, retratos fotográficos en marcos que denotan el recuerdo de los que se fueron.

Cuando metros más allá donde estábamos los Saqras (diablillos, traviesos) bailaban con alegría entre sus asistentes y danzantes, ellos recuerdan con cariño a sus familiares quienes eran parte de esta comparsa, evocan con cariño los años que ellos bailaron y como pasaban la fiesta patronal con fe, añoranza además de afecto.

Pero un detalle que nos llama la atención, es la agrupación inka´s maqt´a quien nos hizo parte de un momento especial, la visita a sus familiares y el bautizo de ingreso a uno de sus integrantes que fue sometido a tres azotes para que según dicen es limpiar sus pecados ante el Santo Patrón San Sebastián.

Jonathan Silva Villegas mayordomo del cargo de los maqtas nos cuenta que el maqt’a o joven campesino es un personaje que participa de manera individual. A diferencia de los personajes de las comparsas de danzantes, el maqt’a es un personaje libre que no se encuentra sujeto a ninguna autoridad.

“Puede imponer la disciplina cuando este falte o hacer reír a los asistentes con ocurrencias gracias que van siempre con respeto a los asistentes a la fiesta” nos dice silva quien agrega que los trajes pueden ser del gusto de cada integrante para así variar el colorido y lo alegre de la fiesta.

Los cantos son alegres al salir del cementerio , la venta de comida , del tradicional  Chiriuchu envuelve a cada uno de los comensales quienes pueden optar esos platos desde  treinta soles , este plato que también se sirve en el Corpus Christi es el plato bandera de la ciudad del Cusco que significa ají frío o picante frío en quechua, este potaje que data de la época de los incas y la colonia combina ingredientes de la costa sierra y selva del Perú, lo cual lo convierte en el plato estrella de la cocina cusqueña, debido a que está compuesto de algas marinas, huevera, cuy, gallina, charqui, morcella, papas, torreja de maíz, queso y rocoto.

La festividad seguirá en los siguientes días con la tradicional octava y el Kacharpari, donde la alegría, color seguirá siendo el marco perfecto de lo que es Cusco y sus costumbres, esas que son admiradas por el mundo y que hacen de esta región del Perú la más visitada por los visitantes nacionales y extranjeros.

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