El gran problema de nuestro sistema de administración de justicia es la provisionalidad de los jueces. Las autoridades judiciales los eligen y relevan sin expresión de causa, lo que elimina la principal condición de un juez: su total independencia y autonomía. En CARETAS DATA hemos hecho un análisis sobre la evolución de la provisionalidad en los últimos cuatro años. Vea el sorprendente resultado.
Comparando el 2018 con el 2023, es decir los últimos seis años (con sus respectivos 5 presidentes de la República) vemos la dimensión del problema: los magistrados titulares han disminuido (287) y, añadiéndole ofensa al agravio, los provisionales han subido de 523 a 716, es decir 193 más. Es mas, los supernumerarios han aumentado en 514. Claramente los jueces a dedo ha ganado territorio de manera alarmante.
Volviendo al resultado de nuestro análisis, recogimos y tabulamos la data de los últimos cuatro años (2020 al 2023).
El cuadro presenta la data del 2020 al 2023, comparando la can-tidad total de jueces titulares, provisionales y supernumerarios. Cada categoría con su respectiva línea de tendencia para ver a donde vamos. En los titulares (azul) vemos que la tendencia es a la reducción. Han pasado de 1,664 a 1,439. Los titulares son menos, es verdad, pero debemos reconocer que la tendencia a la reducción se frenó 2023, donde por primera vez en mucho tiempo los jueces titulares subieron de 1,359 a 1,480, es decir, aumentaron en 221. Una golondrina no hace verano, pero confiemos que en este caso sea así.
Sin embargo, en el caso de los provisionales y supernumerarios la tendencia es a aumentar, con un ligero freno en el 2023, pero que no marca tendencia clara. Los supernumerarios han subido entre 100 y 200 al año, salvo el 2023 donde nota una ligera baja. En los provisionales ocurre lo mismo.
La Junta Nacional de Justicia, que funciona desde enero del 2020, es la entidad encargada de nombrar a los magistrados titulares. Para ello, se supone que debe contar con los medios necesarios para su funcionamiento. A primera vista, se les podría responsabilizar por esta situación; sin embargo, este es un enfoque simplista y apresurado.
Aunque la JNJ no está libre de culpa, es necesario considerar a los demás actores en este entuerto, que son, al menos, el Poder Judicial, el Ministerio Público, el MEF, responsable de proveer los recursos, el MINJUSDH, y el Congreso de la República, al que nunca se le ha visto interesado en este tema, entre otros.
En su discurso de investidura, el flamante presidente de la JNJ, Antonio de la Haza manifestó su decisión de ‘corregir este insostenible modelo de justicia’ y pidió apoyo para revertir esa realidad. En buena hora.
Aquí abajo se pueden apreciar más cuadros exclusivos sobre una evolución ciertamente preocupante.