El fetiche constituyente propone una nueva carta magna cuyos principales cambios apuntan al modelo económico. Las limitaciones de la actividad empresarial del Estado, la figura de los contratos ley y la inviolabilidad de la propiedad privada son características centrales de la actual Constitución. Vladimir Cerrón y compañía prometen borrar los artículos que las consagran y ahora el discurso de Tik Tok de Verónika Mendoza ya no se diferencia prácticamente del que repite el dueño de Perú Libre.
El país nunca cambió en 200 años, aseguran ambos, a diferencia de la evidencia destacada por especialistas como Richard Webb, quien en un artículo en El Comercio recordó que la distribución no es dualista —Lima centralista y racista, campesinos pobres y aplastados— sino tripartita, con una capital que concentra al 30% de la población, un porcentaje de “pueblerinos” que viven en ciudades pequeñas y pueblos que representan al 50% del total, y apenas un 20% de población de rural que en los últimos años ha visto incrementar sus ingresos relativamente más que las otras dos partes. Un 20% que alcanzó a ser 80% durante el siglo pasado.