MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) –
La Franja de Gaza ha sido durante las últimas décadas foco recurrente de conflictos y tensiones entre palestinos e israelíes, con cruces de ataques constantes que han alcanzado un nuevo nivel este sábado tras el lanzamiento de una macro ofensiva por parte de Hamás, la facción que controla este territorio costero desde hace 15 años.
Más de dos millones de personas viven en uno de los territorios con mayor densidad de población de todo el mundo y en el que Israel estuvo presente durante casi cuatro décadas, tras hacerse con el control de la zona en detrimento de Egipto.
En 2004, en un gesto sin precedentes, el entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon, anunció la salida de todos los colonos y las tropas de Israel. Así, en septiembre del año siguiente, el territorio pasó a estar exclusivamente controlado por los palestinos.
Se abrió entonces un pulso interno entre las diversas facciones, agudizado tras las elecciones legislativas de 2006, a las que por primera vez se presentaba Hamás. El grupo se impuso con claridad frente a Al Fatá, que no reconoció los resultados.
Un enfrentamiento armado entre las dos facciones derivó en 2007 en que Hamás se hiciese con el control efectivo de la Franja, que mantiene a día de hoy. Al Fatá conserva en cambio Cisjordania, territorio donde opera la Autoridad Palestina, y se abre un cisma.
Hamás, que no renuncia a la violencia –mantiene como brazo armado las Brigadas Ezzedim al Qassam– y rechaza reconocer a Israel como Estado, dejó claro desde un primer momento que no sería un vecino cómodo para los israelíes.
Israel mantiene desde 2007 un bloqueo sobre el territorio, endurecido o aliviado en función de la coyuntura, bajo el argumento de evitar el contrabando de armas o de cualquier tecnología que pueda servir para fabricarlas. La alerta se extiende también al subsuelo, ya que parte de este contrabando se realiza mediante túneles.
OFENSIVAS MILITARES
Una lluvia de cohetes sobre la ciudad de Sderot derivó en 2008 en la operación ‘Plomo Fundido’, la primera gran ofensiva militar desde el repliegue. Unas 1.400 personas murieron por parte palestina, frente a los 13 del lado israelí, en más de una veintena de días de ataques cruzados.
Sin embargo, apenas unas semanas después hubo una nueva incursión, táctica a la que las autoridades israelíes han recurrido en varias ocasiones en las últimas dos décadas. En 2014, el asesinato de tres jóvenes israelíes dio pie a la operación ‘Margen Protector’: se saldó con unos 2.200 palestinos y más de 70 israelíes muertos.
Israel también ha llevado a cabo asesinatos selectivos, como el que perpetró en noviembre de 2012 sobre el entonces jefe militar de Hamás, Ahmad Jabari, y ha respondido con bombardeos a los ataques de cohetes lanzados desde Gaza, así como con la construcción de un potente escudo de defensa antiaérea bautizado como ‘Cúpula de Hierro’.
Además del lanzamiento de cohetes, las milicias palestinas que operan en la Franja también han llevado a cabo incursiones puntuales al otro lado de la frontera y secuestros como el del soldado Gilad Shalit, capturado en junio de 2006 y liberado cinco años más tarde en un canje de presos.
Además, se han sucedido las protestas en zonas gazacíes cercanas a la frontera, con un pico de tensiones en 2018 que se saldó con más de 170 palestinos muertos por la respuesta israelí a las movilizaciones.
CATALIZADOR DE TENSIONES
La Franja de Gaza ha sido durante estos últimos años un catalizador de cualquier tensión en la zona. Las milicias han atacado Israel por ejemplo como represalia por tensiones en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén o por operaciones contra sus intereses, sean en la Franja de Gaza o en Cisjordania.
Una de las operaciones más contundentes de los últimos años tuvo lugar en agosto de 2022, tras un ataque israelí contra un comandante de Yihad Islámica, y dejó más de 40 muertos palestinos en tres días de violencia.
El ataque de este sábado, iniciado por Hamás y secundado por Yihad Islámica, no tiene en cualquier caso precedente, ya que implica desde asaltos terrestes a lanzamientos de cohetes contra un amplio número de objetivos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado oficialmente la guerra ante un balance de víctimas igualmente inédito.