“Ni milagro ni desastre”, zanjó sobre el Perú el ex titular del MEF Waldo Mendoza en su intervención que rompió fuegos en la segunda sesión de CADE 2022 celebrada en Paracas.
Mendoza desbarató los lugares comunes que, en parte, nos han traído hasta el desastre actual. Uno de los más predominantes, en sus palabras, fue repetir que “la macroeconomía esta bien pero con la micro no pasa nada”.
Absolutamente falso, concluye Mendoza. Y las cifras le dan la razón.
Según los números del Banco Mundial, la pobreza se redujo de 52% en 1997 a 20% en 2019 antes de la pandemia.
El propio Mendoza especuló que el gasto per capita en Salud relativamente bajo en relación a la región es un indicador clave para entender por qué nos fue tan desastrosamente mal en la pandemia. Pero en un cuadro posterior reveló que ese gasto, en términos reales, es 3,2 veces el del año 2000.

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“Piensen que la pandemia nos hubiera agarrado en el año 2000”, razonó.
Algo similar se puede deducir de los famosos resultados de las pruebas Pisa que miden la performance educativa. Siempre son malos, se supone. Pero resulta que, en el caso del Perú, la variación entre el 2009 y el 2018 fue de lejos la más positiva del continente.
El país venía del zócalo y eso es muy fácil de olvidar. Las brechas siguen siendo altas y las demandas se vuelven más complejas. Pero tirarse abajo todo el mostrador suena disparatado.
“¿Cómo el país que creció tanto eligió a un candidato que prometió cambiar el modelo con el que se creció?”, se preguntó Mendoza.
Para 2019 el PBI per capita era el doble que el de 1990. “Casi ningún país puede mostrar ese récord”, insistió. La recaudación del Estado se multiplicó aún más. Pero claro, Chile y Uruguay que muestran consistentemente los mejores indicadores de la región, tienen casi el doble de PBI per capita del Perú.
Ese es el truco, concluye Waldo y cita a Lant Pricht: “Economic growth is enough and only economic growth is enough”. El crecimiento económico es suficiente y solo el crecimiento económico es suficiente.
“No hay país que reduzca su pobreza sin crecimiento”, machacó. Los programas y políticas sociales, por más eficientemente diseñados que sean, son socios minoritarios en este tablero de juego.
Lo que se consiguió en términos de crecimiento tuvo que ver con los saltos exponenciales de la exportación minera y de agroindustria. Y eso, recordó Mendoza, tuvo que ver con el desarrollo de una “Burocracia Sofisticada”.
Hoy el rescate de Petroperú le va a costar al fisco casi el 1% del PBI, y está originado en presuntas coimas para colocar al personal del más alto rango. La inversión real en el MTC ha caído 25% desde que Juan Silva, un prófugo protegido por el actual presidente, se ciñó el fajín. El fracaso sin final de la compra de urea responde al peor ministerio de Agricultura del que se tenga memoria reciente.
La economía peruana es pequeña y abierta y por lo tanto se asemeja a un velero en alta mar, comparó el economista. El viento es determinante, y la calidad del equipo y la maniobra pueden hacer una diferencia.
Hacia el norte íbamos hasta hace muy poco, concluyó. Hacia allí íbamos. Urge recuperar la dirección para decir hacia allá vamos.