El alcalde de La Victoria declaró el lunes 7 que “Restauración Nacional me parece importante. Me parece importante para hacer política pertenecer a un partido. Yo no pertenezco a ningún partido, entonces, es una opción sumamente interesante de la cual hablaremos quizá en estos días”. De acuerdo a las últimas modificaciones legislativas, si busca participar en las elecciones del próximo año, el actual alcalde de La Victoria tiene hasta el 30 de setiembre para inscribirse en algún partido habilitado.
Pero hace apenas poco más de un mes, el 4 de Agosto, John Fernández, secretario general de Restauración Nacional, fundado por el pastor Humberto Lay, negó que se hubiera alcanzado un acuerdo.
Este golpe de timón tiene de trasfondo la crisis interna que vive Somos Perú (SP). Como es lógico, el ex arquero aliancista, puntero en las tempranas encuestas de intención de voto, ha mantenido conversaciones con varias agrupaciones. Pero llegó a la alcaldía con el membrete de SP. Así como Acción Popular ha visto una revalorización de su marca política en las últimas elecciones, SP tiene en su impronta municipalista y la figura fundacional de Alberto Andrade valiosos referentes.
El congresista Rennán Espinoza acaba de renunciar a la bancada de SP y al partido en sí porque éste no tomó una decisión rápida sobre la denuncia periodística del programa Cuarto Poder en torno a la vinculación del congresista de SP, Guillermo Aliaga, y el ex presidente de la Corte Superior de Justicia del Callao, Walter Ríos. Con quien, por cierto, reventó el escándalo de Los Cuellos Blancos del Puerto.

Espinoza reveló que este impasse correspondió con la negociación entre Forsyth y SP. “Esto puede haber catapultado una decision que Forsyth ha hecho pública. Hasta hace unos días las conversaciones estuvieron muy bien avanzadas entre Somos Perú y George. Su casa natural era el Partido. Se ha hecho todo el esfuerzo porque la bancada se mantenga unida. Son nueve congresistas, un equipo de gente muy preparada. Profesionales, medicos y abogados de varias regiones”.
Ya que la mayoría de los congresistas son invitados, Espinoza señala la responsabilidad en la cúpula partidaria encabezada por su presidenta Patricia Lí. Si bien Aliaga renunció a la subcomisión de acusaciones constitucionales tras conocerse de sus contactos con Ríos, la Comisión de Ética del partido anunció que recién vería su caso 30 días después. Espinoza le pidió a Aliaga que suspenda su militancia y pertenencia a la bancada mientras se aclaraba el caso, a lo que el parlamentario se negó.
“Son cargos muy fuertes”, reitera Espinoza. “Estás hablando de una reunión para pedirle tráfico de influencias a Walter Ríos”. Aliaga fue señalado por un aspirante a colaborador eficaz de pedirle ayuda a Ríos para “apoyar” a su tío Eduardo Aliaga, quien era procesado en el Juzgado de Familia del Callao por violencia contra su conviviente. “Y el tema estaría concatenado con deudas que se mantienen en unos locales. Si en la campaña decíamos si los politicos no cambian, hay que cambiarlos, y somos coherentes, no hay forma de quedarse en Somos Perú”. Ahora es la próxima campaña la que toma un rumbo distinto.