En agosto último, César Paniagua Chacón juró como nuevo titular de Vivienda, Construcción y Saneamiento. Su ingreso al gabinete se produjo en circunstancias en la que su predecesor, Geiner Alvarado, pasó a ocupar la cartera de Transportes y Comunicaciones, epicentro de la corrupción durante la gestión del prófugo Juan Silva. El mes siguiente, en setiembre, Alvarado fue censurado por el Congreso debido a las cuatro investigaciones fiscales que tiene en su contra, una de ellas por pertenecer a una presunta red criminal en Vivienda.
Paniagua, por su parte, fue jefe de planta, director y presidente de directorio de la EPS SEDA Cusco. Además, presidió la Asociación Nacional de Entidades Prestadoras de Servicios de Saneamiento del Perú (Anepssa Perú), y fue su representante ante el Consejo Directivo del Organismo Técnico de Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS), adscrito a Vivienda.
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Cuando asumió el cargo, Paniagua prometió “no perder un solo minuto” para ponerse a trabajar.
Y según oficio de la Contraloría General de la República emitido el 14 de noviembre, tampoco perdió tiempo para revalidar y sacar el duplicado de su licencia de conducir a pesar de que en realidad se la habían retenido por provocar un accidente en estado de ebriedad.
Se trata del Informe de Acción de Oficio Posterior 044-2022-CG-OCI/5337-AOP.
La historia comienza el 24 de octubre de 2020, cuando a las 19:56 se recibió una llamada en la Comisaría de San Sebastián, Cusco, en la que los vecinos informaron que un vehículo se despistó y quedó atrapado. “El conductor posiblemente estaría con signos de haber ingerido bebidas alcohólicas”, se lee en el acta policial. Los policías se trasladaron al lugar y encontraron el vehículo con placa de rodaje X2Y-570 recostado al lado derecho de la cuneta.
Al ser intervenido, el conductor, el actual ministro Paniagua, reconoció haber estado conduciendo “y que a la altura de la curva un vehículo de subida con luces altas le cegó la visibilidad, llegando a meterse a la cuneta donde queda atrapado”.
A las 23:57 del mismo día se advirtió el Certificado de Dosaje Etílico con resultado de 1.15 gramos de alcohol por litro de sangre. El máximo permitido en el Perú es de 0.5 gramos. Es decir, más del doble. Como consecuencia, a las 14:50 horas del día siguiente, 25 de octubre de 2020, se advirtió el Acta de Retención de Licencia de Conducir porque Paniagua estuvo “en estado de ebriedad” al momento de producirse el accidente, “lo que constituye delito y las consecuencias son la RETENCIÓN de la licencia de conducir No Z25001963 de clase “A” categoría a tres profesional”.
Hasta ahí todo claro. Pero dos semanas después, el 6 de noviembre, Paniagua presentó ante la comisaría PNP de Lucre, Cusco, denuncia por pérdida de licencia de conducir “en circunstancias que transitaba por inmediaciones del paradero de vehículos del sector Huacarpay-Lucre y luego de percatarse del hecho trató de buscar y ubicar su documento con resultado negativo”.
Es decir, según el informe de Contraloría el actual ministro mintió, pues su licencia había sido retenida por conducir y causar un accidente en estado de ebriedad.
Luego, el 11 de noviembre de 2020, solicitó a la Gerencia Regional de Transportes y Comunicaciones de Cusco la revalidación de su licencia, pero a una categoría inferior -de “Clase A Categoría IIIA” a “Clase A Categoría I”
Y al día siguiente, 12 de noviembre, presentó su solicitud de duplicado de licencia, que le fue entregada.
Contraloría advierte que el Reglamento Nacional de Emisión de Licencias de Conducir estipula que “no se otorgará duplicados de licencias a los solicitantes a los que se les haya impuesto la medida preventiva de retención o suspensión de la Licencia de Conducir o aquellos que cuenten con papeletas pendientes de pago o sanciones pendientes de cumplimiento por infracciones tipificadas en el Anexo I del Texto Único Ordenado del Reglamento Nacional de Tránsito”.
También que Paniagua realizó el trámite sin que la entidad advierta que “no correspondía a la licencia de conducir vigente”. Una licencia de categoría superior que estaba retenida por la presunta comisión de un delito.
Al momento de hacer la revisión, la Contraloría encontró no solo la papeleta vinculada al accidente, sino otras tres por distintas infracciones cometidas entre junio y setiembre de 2021.
“Cabe señalar que las referidas papeletas de infracción no estarían registradas en el Sistema Nacional de Conductores (récord de conductor)”, revela el informe.
Y ante todo este circuito para sacarle la vuelta a la ley, la Gerencia Regional de Transportes y Comunicaciones de Cusco no detectó ninguna anormalidad.
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