El congresista Freddy Díaz Monago, acudió a la sede de la Fiscalía de la Nación para testificar respecto a la denuncia de abuso sexual en agravio de una trabajadora de su despacho el pasado 27 de julio.
Lizzeth Garrido, abogada del parlamentario, declaró que tanto ella como Díaz querían que la sesión del Pleno del Congreso en la que se discutió y aprobó la suspensión de 120 días contra el exapepista, sea pública, no obstante, indicó que no se les dio el uso de la palabra para formular tal pedido.
Por otro lado, indicó que el pasado 26 de julio, alrededor de la una de la tarde, Díaz y otros nueve congresistas bebieron licor en las instalaciones del Palacio Legislativo y que posteriormente acuden al despacho de otro legislador, donde se unen otros dos padres de la patria, quienes serían integrantes de la Comisión de Ética.
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La jurista sostiene que los nombres de los parlamentarios que habrían bebido licor junto a Freddy Díaz no se revelaron porque ni en la Comisión de Ética ni en el Pleno se preguntó por ello.
Por su parte el suspendido congresista dijo que su sanción le parece “lo más responsable que pudo hacer el Congreso” durante su entrada al Ministerio Público.