Falta poco más de dos semanas para que la Segunda Sala Penal Superior Nacional dicte la sentencia en el proceso contra el congresista Guillermo Bermejo (Perú Democrático), por presunta filiación al terrorismo, según anunció el Poder Judicial en diciembre del 2021. Durante este proceso, se acusó al parlamentario de haber acudido por su propia voluntad a campamentos terroristas del Vraem a recibir adoctrinamiento político e ideológico de los Quispe Palomino, cabecillas del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) entre los años 2008 y 2009, así como haberse contactado con organizaciones terroristas internacionales -como las FARC- a pedido de los camaradas “Raúl” y “José”, por lo que la Fiscalía pide una pena de 20 años de prisión, el pago de una caución de S/ 100 mil, la inhabilitación y 365 días-multa.
Sin embargo, este no es el primer proceso que se le abre al parlamentario por estos presuntos vínculos con terroristas. Anteriormente, Bermejo Rojas fue absuelto por el Poder Judicial en un juicio por estas mismas imputaciones, mismo que finalmente fue retomado.
“Guillermo -Bermejo- viene en el 2017 de Venezuela, llega acá al Perú (…) ingresa a un penal, se somete a un juicio, fue absuelto, la Fiscalía impugnó y la Corte Suprema ordenó que se rehaga el juicio. Este es el juicio que se está ‘rehaciendo’”, señala Ronald Atencio, abogado y amigo del parlamentario en conversación con CARETAS.
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Atencio, quien lleva la defensa de Bermejo Rojas desde que se le dictó prisión preventiva en el 2017, señala que hay muchas similitudes entre ambos procesos. Uno de ellos es que ambos juicios contaron con los mismos colabores.
“¿Cuál es la diferencia entre el juicio de esa época y el de ahora? El que nos hemos dado con la sorpresa de que antes nos pusieron tres de contrabando y hoy sabemos que era uno solo”, dice el abogado refiriéndose a un testigo que tenía hasta tres claves diferentes (3018, 3024 y 3006) cuando en realidad se trataba de una sola persona.
“Otra diferencia es que antes nos presentan a un testigo que declaró el juicio pasado como si fuese un colaborador y cuando nos damos cuenta, nunca fue colaborador, ni en esa época, porque nunca tuvo un proceso de colaboración”, agrega.
Incluso, Atencio recuerda el caso de una colaboradora eficaz, cuyo testimonio sería el reconocimiento fotográfico del legislador izquierdista, cuya respuesta habría sido “soplada” por policía que tenía custodiándola, según se pudo escuchar en la audiencia.
“Esa testigo, la que fue ‘soplada’, en esa declaración dice ‘él es’, pero cosa curiosa, cuando se le pregunta sobre las características físicas de quien ella conoce como Guillermo Bermejo, no da las características. Entonces esto nos da a entender que en este acto es ‘soplar’, le dijeron ‘di que es él’ y ella lo dijo sin saber cómo era esta persona”, recordó indicando que incluso la Sala tuvo que llamar la atención por lo ocurrido.
El letrado señala además, que no hay corroboración de los testimonios de los tres testigos del caso. En esa línea recordó que el único testigo “que dio la cara”, Wilder Satalaya, declaró no conocer a Bermejo.
Para Atencio, el actual proceso demuestra que no hay pruebas que vinculen al integrante de la bancada Perú Democrático con los remanentes narcoterroristas del Vraem. “No hay ninguna interceptación telefónica, ningún volante, ningún audio, no lo han encontrado con armas, cargando panfletos, con la hoz y el martillo o ninguna foto que lo vincule con los Quispe Palomino ni con la organización terrorista”, dijo, recordando que durante las audiencias, mostró diversos pronunciamientos en redes sociales en los que el congresista se mostraba abiertamente en contra de Sendero Luminoso, a Abimael Guzmán y los Quispe Palomino e incluso llamaba al Estado a intervenir en la zona en la que operan.
Finalmente, señaló que considera probable que Guillermo Bermejo dé unas palabras finales en la sesión del 19 de enero, misma en la que dará sus alegatos finales y el 26 de enero, la Sala debería tener la sentencia de este caso y se mostró confiado en que el fallo sea favorable a su defendido.