Talento precoz que rompe esquemas
El país volvió a sorprenderse este domingo tras conocerse que dos escolares peruanos consiguieron los puntajes más altos en el Examen de Admisión Descentralizado de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM). Se trata de Diego Morales y Guillermo Romero Melo, estudiantes del colegio Juventud Científica de El Agustino, quienes alcanzaron el primer y segundo lugar, respectivamente, en el cómputo general, un logro sin precedentes para una misma institución educativa.
Ambos jóvenes, aún en secundaria, dejaron en claro que la excelencia académica no tiene edad. Con solo 14 años, Guillermo obtuvo su quinto ingreso a una universidad pública, mientras que Diego, en quinto de secundaria, sumó su octavo ingreso, consolidándose como dos de los escolares más destacados del país en materia de rendimiento académico.
¿Quiénes son los escolares que hicieron historia?
Con un puntaje de 78.94, Diego Morales se posicionó como el primer puesto en el examen para la carrera de Ingeniería Forestal. Su trayectoria es sorprendente: este es su octavo ingreso universitario y el cuarto solo en 2025. Antes ya había logrado el primer puesto en la Universidad Nacional Tecnológica de Lima Sur (UNTELS), el primer puesto en el área de Ingeniería y Toxicología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), y el primer lugar en su carrera en la Universidad Nacional Federico Villarreal.
Por su parte, Guillermo Romero Melo, de apenas 14 años y estudiante de segundo de secundaria, consiguió el segundo puesto en el cómputo general, ingresando en primer puesto a la carrera de Ingeniería Ambiental con un puntaje de 73.600. El adolescente suma cinco ingresos a universidades públicas, incluyendo la UNMSM, Villarreal, La Cantuta y la Universidad Nacional del Callao. Su capacidad académica lo ha convertido en un referente para cientos de escolares que aspiran a seguir una carrera profesional desde temprana edad.
Esfuerzo, disciplina y una rutina fuera de lo común
Guillermo cuenta que descubrió su pasión por el estudio desde los 7 años, y desde entonces no ha dejado de prepararse rigurosamente para cada examen. Asegura que cada proceso de admisión representa un reto personal y una oportunidad para medir sus límites. Sueña con ser programador informático y trabaja diariamente para lograrlo.
Su estilo de vida también llama la atención. Según relata, su alimentación incluye diariamente una combinación de siete semillas y superalimentos —entre ellos avena, cacao, algarrobo, tarwi, arveja, maca, quinua, kiwicha, plátano y canela— que complementa con pan y huevo para mantener energía y concentración.
El joven también es un apasionado del fútbol, juega como defensa y es hincha del tricampeón Universitario de Deportes, admirando especialmente al delantero Álex Valera.
Diego, por su parte, asegura que cada examen de admisión es una etapa superada en su camino hacia su objetivo final: ingresar a Medicina en la Universidad San Marcos. Su constancia, disciplina y enfoque lo han llevado a convertirse en uno de los postulantes más competitivos del país.
Un logro que marca a un colegio entero
El triunfo de estos dos escolares no solo los enaltece a ellos, sino que también coloca al colegio Juventud Científica como una de las instituciones educativas con mejor rendimiento en exámenes de admisión.
Es la primera vez que dos estudiantes de un mismo colegio ocupan los dos primeros lugares en el cómputo general de la Universidad Agraria. Para la comunidad educativa, se trata de un resultado que refleja un modelo pedagógico sólido, enfocado en el talento, la disciplina y el desarrollo integral de los estudiantes.
Los docentes y directivos señalaron que estos logros son fruto del trabajo conjunto entre profesores, padres de familia y alumnos, quienes forman parte de una estrategia educativa que busca impulsar no solo el conocimiento, sino también la autoconfianza y la capacidad de competir en escenarios de alta exigencia académica.
¿Qué impulsa a estos jóvenes a competir en varios procesos de admisión?
Tanto Diego como Guillermo coinciden en un punto: los exámenes de admisión son una forma de superación personal. Más allá del ingreso, cada evaluación les permite medir su nivel, reforzar sus conocimientos y afinar su preparación para metas más grandes.
Este fenómeno —cada vez más común entre escolares destacados— evidencia una tendencia creciente: estudiantes que, sin haber terminado la secundaria, buscan asegurar su ingreso a universidades de prestigio, preparándose de manera anticipada y altamente competitiva.
En un país donde los procesos de admisión siguen siendo exigentes y la competencia aumenta cada año, la presencia de adolescentes con múltiples ingresos demuestra que el talento peruano tiene un enorme potencial cuando se combina con disciplina y oportunidades.
Inspiración para miles de estudiantes
El éxito de Diego y Guillermo ya está generando impacto social. Padres de familia, docentes y escolares del país destacan en redes que estos casos inspiran a miles de estudiantes a creer en sus capacidades. Son la prueba viviente de que la excelencia académica no es exclusiva de la educación privada de élite, sino también de colegios como el Juventud Científica, que trabajan desde la base para formar jóvenes con visión y propósito.
En un contexto donde el Perú busca elevar la calidad educativa, historias como estas revelan que el esfuerzo continuo y una guía adecuada pueden transformar la vida de los estudiantes y abrirles puertas a futuras oportunidades profesionales.