La excanciller, Elizabeth Astete, sustentó su defensa ante el Pleno del Congreso, que debate sobre su inhabilitación para el ejercicio de la función pública por un año, tal como recomienda el informe final de las Denuncias Constitucionales acumuladas 423 y 427, formuladas a raíz del favorecimiento irregular de exaltos funcionarios del Estado de la vacuna china de Sinopharm.
En ese marco, Astete Rodríguez reiteró que se vacunó pensando que se trataba de un proceso regular, sin embargo, la extitular de la cancillería negó que su inmunización obedezca a algún favorecimiento al laboratorio chino, precisando que durante su gestión se amplió la oferta de vacunas y que Sinopharm solo representa el 3% del total. Asimismo, indicó haber dejado negociaciones avanzadas con Gamaleya y Jonhson & Johnson.
Por otro lado, Elizabeth Astete recordó que se vacunó dado el pedido de la Presidencia del Consejo de Ministros de viajar a Tumbes cuando empezó la segunda ola del nuevo coronavirus en nuestro país. En ese contexto, Astete declara que su jefe de gabinete le “sugirió” vacunarse y además, insiste que le comunicó las razones por las que pensó hacerlo al presidente de la República, Francisco Sagasti en una reunión en la que también estuvo presente la exministra de Salud, Pilar Mazzetti. “Pensé que tenía la anuencia del presidente”, comentó.
Finalmente, la extitular de cancillería sostuvo que no compartió información acerca del lote de vacunas para el personal del ensayo clínico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y que no benefició a su familia ni a su personal en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Nunca imaginé acabar mi carrera con una mancha sobre mi buen nombre o mi desempeño y mi compromiso con la cancillería y con el país. Asumo la responsabilidad de mis actos u omisiones”, zanjó.