El ministro de Cultura, Ciro Gálvez, es un hombre de armas tomar. Esto quedó demostrado al excluir a nueve escritores de delegación peruana que iban a viajar a la 35 Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Gálvez ha señalado que los escritores “tienen sus recursos y son personajes de bastante poder” que no necesitan apoyo del Estado. Además, en 2001 fue detenido por realizar disparos al aire en una terminal de la empresa de transportes Ormeño en La Victoria.
Aquella madrugada del 13 de agosto de 2001, Ciro Gálvez intentó abordar un bus interprovincial de la empresa Ormeño, con destino a Huancayo, en absoluto estado de ebriedad. Una de las terramozas detectó la embriaguez y el fuerte olor a alcohol en el candidato del RUNA, y lo invitó a retirase del autobús.
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Sin embargo, se habría negado a descender del bus y minutos después fue sacado a la fuerza por personal de seguridad de la empresa. Gálvez no tuvo mejor idea de sacar un revolver que portaba en su cintura, y acto seguido comenzó a realizar disparos al aire, provocando el pánico entre los pasajeros del terrapuerto.
Tras la rápida llegada de efectivos policiales del distrito de La Victoria, se detuvo e intervino al actual ministro de Cultura, trasladándolo a la comisaría.
El también excandidato presidencial admitió horas después de ser liberado haber hecho los disparos, sin embargo, se justificó diciendo que fue atacado por cuatro desconocidos. También reconoció haber bebido licor en una reunión familiar. “Solo había tomado tres copas en mi casa y en compañía de mis hijos”, declaró en aquella ocasión.