Es falsa la versión propalada en medios según la cual el ex primer ministro, Pedro Cateriano, le pidió al presidente Martín Vizcarra la cabeza de su eventual sucesor, el entonces ministro de Defensa Walter Martos.
De acuerdo a información de primera mano recabada por CARETAS, Cateriano se dio cuenta rápidamente de la cercanía entre Vizcarra y Martos y lo que le propuso, más bien, fue el enroque de Martos a Interior, con la intención de colocar a la primera mujer en la cartera de Defensa. Esa ha sido una posibilidad contemplada con anterioridad -se recuerda que mujeres como Nuria Sparch fueron repetidamente voceadas- pero nunca concretada.
Era natural que Cateriano tuviera un interés particular en el sector de Seguridad y Defensa, ya que buena parte de su entorno actual trabajó con él durante su paso como titular de Defensa en el gobierno de Ollanta Humala.
Luego de tomarse un día para pensarlo, el presidente le respondió a Cateriano que prefería dejar a Martos en su puesto. Hay que recordar que la Constitución establece que el primer ministro propone los cambios y el presidente de la República los aprueba.
Por su parte, Martos optó por dejar en el ministerio del Interior a Jorge Montoya, teniente general FAP (r), que Cateriano colocó con la intención de alejar a la Policía del manejo de esa delicada cartera. Martos ya había observado de primera mano el turbulento relevo de Carlos Morán por Gastón Rodríguez, en medio prácticamente de una revuelta del alto mando. Cuando asumió el segundo, se debió pasar al retiro a varios generales.
Otra designación clave de Cateriano fue la del embajador Mario López, con quien trabajó cuando este fue director general de Relaciones Internacionales en el Ministerio de Defensa.