Con la finalidad de desacreditar la hipótesis de la Fiscalía, el abogado defensor de Daniel Urresti Elera, Alexander Leiva Calderón, insistió por segunda vez en que Hugo Bustíos Saavedra no era periodista de CARETAS.
En la audiencia del pasado viernes 26 de febrero, Leiva Calderón señaló por primera vez que Bustíos no formaba parte del equipo de trabajo de CARETAS. En esa ocasión intentó poner en duda, ante los jueces de la Tercera Sala Penal Superior Especializada en Crimen Organizado, el trabajo que Hugo Bustíos desempeñaba como corresponsal de la revista y anunció que presentaría como pruebas todas las ediciones de CARETAS de 1987 y 1988.

Estas afirmaciones fueron desmentidas por Zuliana Laínez, secretaria general de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP), subrayando que Bustíos no solo fue corresponsal de CARETAS, sino también presidente de la Asociación Nacional de Periodistas – Filial Huanta.
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En la segunda audiencia, realizada el martes 9 de marzo, Leiva Calderón indicó a la Sala que “estos ejemplares de la revista Caretas resultan contundentes, pertinentes y útiles porque denotan conforme lo que he argumentado, que la Fiscalía miente en su requerimiento acusatorio cuando manifiesta primero que Hugo Bustíos era periodista; pues no era periodista, era fotógrafo corresponsal y segundo cuando manifiesta que era el periodista de Huanta que denunciaba los excesos de las Fuerzas Armadas contra la población y por eso se le dio muerte”.
Por su parte, Daniel Urresti, en una entrevista en RPP el sábado 27 de febrero, destacó la labor de su abogado y criticó la postura de la Fiscalía, que en su discurso indica que Hugo Bustíos “era un periodista connotado de la revista Caretas, un escritor de artículos habituales y que en sus artículos habituales dejaba al descubierto actos de las Fuerzas Armadas que iban contra los derechos humanos y que por ese motivo lo asesinaron”.
En esa misma entrevista en RPP, Urresti aseveró que para verificar esta información, su abogado se zambulló en los archivos de la Biblioteca Nacional del Perú a la caza de todas las ediciones de la revista CARETAS entre 1986 y 1988.

“Y nos dimos con la sorpresa de que el señor Bustíos aparece solamente en tres artículos, en dos como fotógrafo y el tercero como coautor”, remarcó.
No conforme con lo dicho, Urresti relató que su nuevo abogado le preguntó «si efectivamente él (Bustíos) escribía para Caretas y le dije que la verdad yo no he verificado eso lo que dice la Fiscalía… Ah ya, me dijo (Leiva Calderón), hay que verificar eso primero y cuando se recabó de la Biblioteca Nacional todos los números de Caretas del año 1986 a 1988…».
Al respecto, no hay que olvidar que Vanessa Alfaro renunció a la defensa de Urresti el pasado martes 2 de febrero. Como argumento de su decisión, Alfaro expuso lo siguiente:
“Mi interés reputacional como abogada y sanmarquina está por encima de todo”.
Ante ello, Urresti pidió a la Sala algunos días para conseguir otro abogado. Es decir, buscó a su nuevo abogado (Leiva) en febrero último.

Por ello, resulta incomprensible que Leiva Calderón haya hecho uso de la BNP tras la renuncia de Alfaro, puesto que esta entidad estatal solo atendió al público hasta el viernes 29 de enero a causa de la cuarentena ordenada por el Gobierno, la cual se inició el domingo 31 de enero y cubrió todo el mes de febrero.
¿Mentira a la vista? (Revisar líneas atrás (ver las fechas y mes de febrero resaltados) las declaraciones de Urresti en RPP sobre el desempeño de su abogado en la BNP.)
¿Cómo Leiva pudo investigar en la BNP en febrero, como enfatiza Urresti, si esta no atendió al público en ese mes, ni recibió ningún pedido especial de investigación para este tema (ejemplares de CARETAS de 1986 a 1988) en digitalización de materiales?
En su participación en la audiencia del pasado martes 9, Leiva pasó revista a todas las ediciones de CARETAS de 1987 y 1988. En su recuento, Leiva comete una omisión imperdonable. Si la intención era probar la poca participación/aparición de Bustíos en CARETAS, la tarea debió estar bien hechecita.
A saber, cuando Leiva llega al mes de noviembre de 1987, señala que Bustíos no figura en ninguna edición de ese mes, cuando lo cierto es que Bustíos sí participó en CARETAS 979 del 2 noviembre, en un reportaje de tres páginas titulado «Huanta. Rincón de muerte». (Ver siguiente imagen.)

Habría que consignar que 1987 fue un año especial para Hugo Bustíos, porque una fotografía suya fue premiada por CARETAS como la mejor de ese año. Al respecto, la hija del periodista, Sharmelí Bustíos, en un especial de Ojo Público sobre su padre, cuenta que «recuerdo la fotografía de un policía asesinado y Hugo Bustíos fue avisado de ese atentado y esa fotografía ganó un premio como una de las mejores fotografías de 1987».
Hugo Bustíos sí desempeñó la corresponsalía para la revista CARETAS entre 1986 y 1988 después de que el periodista Abilio Arroyo (citado en más de una ocasión por el abogado de Urresti en su repaso del martes 9) abandonara Ayacucho por amenazas de muerte por parte de Sendero Luminoso.
Tal y como se confirma en la edición de CARETAS N° 1034, con un artículo titulado «La Pasión de Hugo» escrito por Arroyo, en donde detalla cómo Hugo Bustíos pasa a formar parte de CARETAS.
“Frecuentemente ayudaba a quienes le solicitaban la redacción de escritos judiciales y de denuncias por desaparición. Quién mejor que él. Fue en julio de 1986. Hugo me sucedió en la presidencia de la Asociación Nacional de Periodistas, filial Huanta; en la dirección del noticiero de Radio “Amauta” y en la corresponsalía de CARETAS”.

En otra parte del texto dice:
“Hugo, cámara en ristre, fue un excepcional testigo de la violencia en mi tierra. Denunció tanto las matanzas de Sendero como los excesos de los militares. “Morir en Huanta”, es un reflejo de ello. No olvidaré la foto del traslado de un féretro en el distrito de Macachacra a la sombra de los molles (CARETAS 944). Su último artículo, “Muertos sin ficción” presenta el desgarrador cuadro de la viuda de Teodisio Cárdenas Villafuerte, asesinado el 8 de noviembre pasado por Sendero.
Algunas de sus primicias fueron particularmente dramáticas. Los atentados senderistas contra el alcalde de Huanta, Víctor Yangali, así como también del guardia republicano Miguel Reufo (caratula de la edición “Imágenes” de CARETA de 1987), fueron instantáneas logradas minutos después de producidos los crímenes”.
Leiva Calderón hizo hincapié en la ausencia del nombre de Bustíos en los créditos de la revista, pretendiendo de esta manera desvirtuar el discurso de la Fiscalía.
Como se sabe, en el medio periodístico es muy común que no todos los registros gráficos sean publicados y ello no quiere decir que estos registros gráficos no tengan valor documental.

Como corresponsal de CARETAS, Hugo Bustíos enviaba desde Huanta información, datos y notas sobre el terror que se estaba viviendo en esa parte del país. Por seguridad, esos despachos no tenían que ser necesariamente firmados.
Bustíos no reportaba desde un cuartel, menos desde una trinchera senderista. El corresponsal de CARETAS Hugo Bustíos realizaba su trabajo periodístico en medio de un fuego cruzado, entre militares y senderistas, que tenía a los pobladores de Ayacucho como la principal víctima del mismo.
El archivo periodístico y fotográfico de la revista CARETAS cuenta con decenas de fotografías de Hugo Bustíos desde Ayacucho entre 1986 y 1988. Sus fotografías e informaciones consignan los abusos cometidos por militares y Sendero Luminoso.