Hace un mes se desarrolló la marcha del 14N, una de las movilizaciones nacionales que se llevaron a cabo en contra del régimen de Manuel Merino. También, una de las que tuvo mayor represión policial en los últimos tiempos, sobre todo en Lima, donde asesinaron a dos jóvenes: Inti Sotelo (24) y Bryan Pintado (22), quienes aún no tienen justicia.
Sumándose a eso, también resultaron decenas de civiles heridos a causa del uso de armamento ilegal para ese tipo de manifestaciones por parte de la PNP. Además, se reportó la indebida intromisión de miembros de la Unidad de Inteligencia Especial del Grupo Terna en las marchas.
A pesar de los claros certificados de sus necropsias, las mismas que indican que recibieron brutales impactos de proyectiles por armas de fuego que fueron apuntados directamente al cuerpo, sigue sin haber una sentencia por parte de la Fiscalía.

Personas desaparecidas sin ninguna explicación
Al día siguiente de la marcha, teniendo más claro el impacto de la represión policial, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDHH) reportó más de 200 heridos y algunos civiles desaparecidos hasta el 17 de noviembre, cuando apareció el último, Fernando Araujo, quien denunció haber estado retenido por supuestos agentes del Grupo Terna.
La Fiscalía de la Nación y la Defensora del Pueblo estuvieron siguiendo el caso de los desaparecidos sin haber obtenido conclusiones hasta un mes después.
Heridos sin justicia
Entre la lista de heridos se encuentra Jon Cordero (24), quien estuvo internado en el Hospital Arzobispo Loayza tras recibir un impacto de perdigón en la médula espinal, no volvería a caminar. Incluso, después de la extracción se le haría otra operación para que el manifestante logre sentarse.
En redes sociales se realizó una campaña para enviar a los familiares de Inti y Jack, grabaciones y fotos que figuren como evidencia para que la Fiscalía logre realizar una sentencia a favor de las víctimas.
Borro del mural
Las cámaras de la Municipalidad de Lima registraron en la madrugada del 25 de noviembre cómo desconocidos borraban con pintura el mural que hicieron en honor a Inti Sotelo y Bryan Pintado, así como el altar que se había realizado en la fachada de la Corte Suprema.
Gracias a las cámara, se identificó que la placa del vehículo que transportaba a los desconocidos pertenecía a Lucila del Peilar Olivos Portuguéz, quien sería miembro del partido Fuerza Popular. Horas después, la agrupación naranja emitió un comunicado deslindando su responsabilidad de los hechos y exigiendo se acuse a los desconocidos.
En honor a
Hoy desde las 4:00 p.m. se realizará una vigilia por el mes del asesinato de Inti y Bryan, quienes sus familias siguen sin encontrar justicia y menos reparación para las víctimas