Esta mañana un fuerte sismo de grado 5.6 grados remeció gran parte de Lima, provocando la alarma entre los ciudadanos. Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP) el epicentro fue a 19 kilómetros a noreste de la capital a una profundidad de 116 kilómetros y fue sentido con una intensidad de grado V-VI.
En el asentamiento humano Ramiro Prialé en el distrito de Ate, tres niños quedaron atrapados tras caer rocas que bloquearon la salida de la vivienda. La madre de los niños contó que durante el movimiento telúrico empezó a salir el gas de su cocina, pensando lo peor para su familia.
El alcalde de este distrito, Edde Cuellar, informó que “se ha producido el deslizamiento de rocas en la Av. Nueva Esperanza”, esta es una vía paralela a la carretera central que permanece cerrada por las obras de la línea 2 del metro. También informó que se registraron daños en diversas viviendas de Huaycán y deterioro en las escaleras de los cerros.
Desde su cuenta de Twitter el presidente Pedro Castillo escribió: “Pueblo peruano, mantengamos la calma, pero estemos prevenidos ante cualquier otra réplica. Con las debidas precauciones, cuidemos a nuestras familias: a los niños, adultos mayores y personas con discapacidad. Como Gobierno, estamos monitoreando para salvaguardar a la ciudadanía”.
El fuerte sismo también provocó daños en viviendas de El Agustino, San Juan de Lurigancho y Chosica, además de deslizamientos de rocas en la carretera central a la altura de Huarochirí.
Por otro lado, los bomberos reportaron dos emergencias en el distrito de Chorrillos, el primero tuvo que ver con una mujer de 40 años que sufrió un desmayo producto del movimiento sísmico. Y la segunda emergencia tuvo que con un joven que saltó desde el tercer piso de su vivienda tras el temblor.